Si bien es cierto que existe el marco regulatorio del Real Decreto 900/2015, en el que se establecen las condiciones administrativas, técnicas y económicas que rigen el suministro de energía eléctrica con autoconsumo, no lo es menos que se precisan muchos cambios para promover el avance de las renovables. Urgen cambios y quizás la derogación formal del llamado “Impuesto al Sol” sería el más simbólico, no tanto por sus efectos prácticos sino por la desproporcionada contribución que ha tenido a una fotogenia social negativa del modelo. Una vez más, cuando están los ciudadanos por medio (y lo están siempre) lo que las cosas representan es más importante que lo que las cosas son. Y hay percepciones más dañinas que las realidades en las que supuestamente se anclan.
En la práctica, la “tramitología” del autoconsumo fotovoltaico también contribuye a ese deterioro del modo en que los ciudadanos perciben la energía fotovoltaica. Las políticas de subvenciones a las instalaciones domésticas son erráticas, por no decir caóticas, además de escasamente planificadas y medidas. Los procesos administrativos para dar de alta las instalaciones lo son también. Hablamos de ámbitos competenciales transferidos, que muestran en la práctica la enorme diversidad (o disparidad) con que unas comunidades y otras ven el problema de la energía y la proactividad con que actúan frente a él. Desde prescripción activa y subvención de instalaciones, hasta la más absoluta indiferencia o pasividad.
Posiblemente, el alineamiento de políticas energéticas autonómicas en una estrategia de Estado, serviría para que toda la orquesta autonómica tocase la misma partitura, o al menos, lo intentase. Mientras tanto, estaremos al albur del electoralismo, la oportunidad presupuestaria o la conveniencia política, en un asunto que es esencialmente científico y técnico y que debiera ser transversal para los partidos, pues lo es, de hecho, para la sociedad. Para la Humanidad.
https://elperiodicodelaenergia.com/pierde-el-miedo-al-autoconsumo-los-pasos-que-hay-que-dar-para-tener-una-instalacion-solar-en-tu-casa/
La industria de los aparatos de autoconsumo, también tiene su lucha, y la está librando cada vez mejor. Los precios de todos sus componentes (paneles y baterías fotovoltaicos) son cada vez menores y sus rendimientos y garantías, cada vez mayores. Pocas industrias tecnológicas concentran tanta actividad de I+D+i, tantos recursos económicos en porcentaje de EBIDTA y tanto talento científico-técnico e industrial, como la nuestra.
Y la sociedad, también tiene su papel, y es -de hecho – el más crítico. El día en que la concienciación ciudadana alcance el nivel de alarma que la gravedad del problema climático demanda, todo irá necesariamente mejor. Las propuestas políticas frente al problema de la energía dejarán de ser una anécdota en los programas electorales que nadie lee, a ser una exigencia social de primer orden por las que el ciudadano pedirá cuentas, premiará o castigará.
Es imprescindible decirle a la sociedad que es posible una respuesta individual ante el cambio climático. Que tiene sentido que cada hogar que pueda, se lo plantee. Que todo suma y que cada tonelada de CO~2~ que evitamos emitir, es una pequeña batalla ganada y no una anécdota inútil. No puede ser que los ciudadanos se sientan perdedores de una guerra en la que son insignificantes e inútiles, pues la guerra compete a los estados. Eso nos llevará a una indiferencia resignada letal.
Frans Bakker
11/05/2018