Renovables

Un consumo del 30% de energía renovable por parte de la industria europea generaría más de 750.000 millones de valor añadido

Ningún comentario

La industria europea tiene que dar un giro de tuerca si quiere consumir energía renovable, ser más sostenibles o contaminar menos. Lo dice el informe "Study on the competitiveness of the renewable energy sector" realizado por la Dirección General de Energía de la Comisión Europea. Afirma que una de las barreras para que los industriales del Viejo Continente cambien el 'chip' es que aún tienen una cultura muy conservadora y, aunque la mayoría está dispuesto a obtener energía renovable según sus estrategias de responsabilidad social corporativa y la conciencia ambiental, solo lo haría si no cuesta más que la energía convencional.

Pero no son las únicas razones. Según el estudio también se incluye la incertidumbre política y las barreras regulatorias como los desafíos más relevantes para el suministro de electricidad renovable en las grandes corporaciones, seguido de que los costes de la electricidad limpia sean más altos en comparación con la electricidad de la red 'estándar'. También prefieren inversiones con mayores retornos, les asusta la naturaleza intermitente de la electricidad renovable y las barreras financieras.

Cuando se habla de incertidumbre política, se refieren a los cambios en la regulación de los precios de la electricidad (por ejemplo, peajes, retribución a las renovables, etc.) que dificultan la decisión de negociar para consumir electricidad renovable.

Según la encuesta realizada por 68 empresas que operan en la Unión Europea y las 19 entrevistas con representantes de 14  patronales diferentes, su principal miedo no es solo que la normativa cambia demasiado rápido sino que también es bastante diferente entre los Estados miembros, lo que hace que la estrategia de suministro energético de las empresas que operan en varios países de la UE sea menos eficiente.

Sin embargo, si las empresas industriales con sede en la Unión Europea se comprometieran a obtener electricidad renovable para satisfacer el 30% de su demanda total de electricidad para 2030, el sector de energía renovable de la UE generaría más de 750.000 millones de euros en valor añadido bruto y más 220.000 nuevos empleos.

El estudio se divide en dos partes. La primera se centra en la competitividad de las tecnologías de energía renovable dentro de la industria de calefacción y refrigeración y la segunda en la competitividad del suministro renovable de las compañías, que experimentó un crecimiento significativo en 2018.

Refrigeración y calefacción renovable en la industria

Respecto al sector de la climatización, se estima que las cuatro principales soluciones renovables de calefacción y refrigeración (biomasa, biogás, bombas de calor y segmentos termosolares) ya supone más de 650.000 puestos de trabajo a tiempo completo (casi la mitad de los empleos del sector de las renovables en la UE, 1,4 millones) y en 2017 alcanzaron una facturación combinada de 67.200 millones de euros, equivalente al 43% de la facturación total de energías renovables (155.000 millones de euros en 2017).

Sin embargo, el estudio también encuentra que existen barreras importantes para lograr la competitividad industrial completa. Para solucionarlo, recomienda crear un mercado europeo de calefacción y refrigeración donde los precios del carbono se internalicen, proporcionando así un campo de juego equilibrado y aumentando la competitividad de las alternativas basadas en energías renovables en comparación con las soluciones basadas en fósiles.

El estudio también sugiere eliminar la tendencia actual hacia soluciones basadas en combustibles fósiles, por ejemplo, mejorando las habilidades y la conciencia por parte de los instaladores y comercializadores de tecnología y racionalizando los requisitos técnicos, la certificación, la estandarización y los pasos para conseguir una licencia en Europa.

Electricidad renovable en la industria

En la segunda parte, los resultados son concluyentes. Si la industria europea consumiera energía limpia mejoraría su ventaja competitiva, aunque para ello, el estudio hace sugerencias para facilitar el uso de los acuerdos de compra de energía, los PPAs.

Pero no solo. De hecho, se centra principalmente en cuatro opciones principales de suministro: el autoconsumo renovable, los PPAs, las garantías de origen desagregadas y las ofertas de energía renovable.

Según el estudio, la mayoría de las empresas que operan en la Unión Europea deciden obtener electricidad renovable principalmente para mejorar su estrategia de responsabilidad social corporativa, diferenciando así su oferta y generando una ventaja competitiva. En su opinión, esta decisión aporta más valor de cara a los accionistas, especialmente si se considera que los inversores están cada vez más preocupados por la sostenibilidad ambiental, pero también muchas empresas confían en la electricidad renovable para cumplir con los requisitos ecológicos que pueden demandar sus clientes y participar así en las cadenas de suministro ecológicas.

Los impactos de la electricidad renovable en los costes de producción son menos claros, y para la mayoría de ellas, una reducción en esos costes de energía es un "factor decisivo" para comprar energía renovable.

En cualquier caso, en algunos sectores (por ejemplo, la construcción), se ven abocados a tomar esa decisión para poder participar en la contratación pública, cuyas condiciones cada vez buscan más la sostenibilidad de los proyectos.

El informe finaliza con recomendaciones a los estados miembros para que se facilite y se apoye a las industrias en su camino para apostar por el consumo de renovables, como por ejemplo, apoyar sus inversiones en tecnologías limpias en forma de subvenciones, préstamos o deducciones fiscales, que contribuirían a reducir el período de recuperación de la inversión y aumentar los rendimientos esperados. También creando una ventanilla única para autorizar instalaciones renovables y asegurarse de que el proceso de autorización se complete en un plazo determinado o facilitando la construcción de "redes cerradas" y "cercanas a las plantas industriales" para que se pueden conectar de una manera segura y ajena al sistema eléctrico.

Por último, el estudio propone que los impuestos no deben desalentar las soluciones "de redes energéticas cerradas y que hay que apoyar los proyectos de investigación e innovación en tecnologías renovables para que se reduzcan esos costes de generación de las tecnologías menos maduras y aumente la competitividad de las inversiones en todas ellas.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.