La Comisión Europea (CE) ha respaldado el papel de los bonos de financiación de proyectos sostenibles y destacó que han disfrutado de un crecimiento "extraordinario" desde su lanzamiento en 2007.
Estos títulos de deuda, que se conocen como "bonos verdes", se dedican exclusivamente a la financiación de proyectos o empresas que promueven actividades ecológicamente sostenibles.
En un estudio publicado por el Ejecutivo comunitario, estos instrumentos son calificados de "una oportunidad para movilizar capital" y una manera de "atraer a nuevos inversores y por tanto generar inversiones en proyectos sostenibles".
Para la CE, estas nuevas herramientas de inversión son "esenciales" para alcanzar 177.000 millones de euros adicionales que, según la reforma energética del Ejecutivo publicada este miércoles, serán necesarios para cumplir los objetivos en clima y energía para el año 2030.
El vicepresidente de la CE para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, aseguró que la promoción de una "financiación verde" a largo plazo es una de las prioridades del Plan de Acción de la Unión del Mercado de Capitales.
El documento aborda también la existencia de barreras, como la falta de una definición exacta de "bono verde", y plantea medidas para superarlas con el objetivo de alcanzar "el potencial completo" de este mercado.
Al respecto, el comisario europeo de Medioambiente, Karmenu Vella, pidió "redoblar esfuerzos" para eliminar estos obstáculos y avanzar hacia el cumplimiento de los compromisos en clima y energía.
La CE prevé que el mercado de bonos verdes seguirá creciendo en el contexto de una economía cada vez más basada en energías renovables, por lo que puede ser una fuente adicional de financiación a largo plazo junto a otras herramientas, como los créditos bancarios.
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