El 'impuesto al sol' en España que tanto se ha criticado en el sector de las renovables, principalmente desde la fotovoltaica, parece tener más adeptos en Europa. Alemania ya está pensando en sacar adelante una tasa a los prosumidores germanos, pero quien va a sacarlo probablemente antes sea la región belga de Valonia.
Según prensa local, el regulador energético de la región belga de Valonia, CWaPE, ha adoptado oficialmente una nueva metodología arancelaria que incluye la introducción de un peaje de red para las instalaciones fotovoltaicas residenciales.
La nueva tarifa se aplicará a todos los propietarios de sistemas fotovoltaicos de la región a partir del 1 de enero de 2020 y no a partir de 2019, como anunció previamente el CWaPE. La tarifa oscilará entre 330 y 560 euros anuales y se pagará a las eléctricas de Valonia en función del tamaño del sistema y de la posición geográfica de los proveedores de electricidad.
La asociación local Touche pas à mes certificats verts, que representa los intereses de los pequeños productores de energía fotovoltaica de la región, afirma que aproximadamente 133.000 propietarios de instalaciones fotovoltaicas serán afectados por la nueva tasa.
El regulador valonio hizo su primer intento de introducir una tarifa de red para las instalaciones fotovoltaicas en 2015, a pesar de que el Tribunal de Apelación de Bruselas revocó una tasa similar introducida por la región flamenca de Flandes en 2014.
Valonia alcanzó una capacidad acumulativa de 916 MW a finales de 2016, según cifras provisionales publicadas por la asociación belga de energía renovable Apere. La gran mayoría de la capacidad fotovoltaica de la región proviene de instalaciones fotovoltaicas residenciales que no exceden en tamaño de los 10 kW. En 2016, la nueva capacidad instalada de PV alcanzó los 64 MW.
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