Consus. Así se llama la empresa de corretaje de origen polaco que ha defraudado miles de millones de euros en el IVA de las operaciones realizadas en el sistema de comercio de emisiones (ETS en sus siglas en inglés) durante los años 2008 y 2010.
El fundador de esta banda organizada, así la denomina un juez francés, acaba de ser condenado a siete años de cárcel por haber defraudado entre 10.000 y 20.000 millones de euros del mercado de CO2 de la UE en esos tres años. Solo en Francia, esta organización criminal habría estafado del orden de 1.600 millones de euros.
Ahora la justicia francesa ha tomado cartas en el asunto y ha condenado a Jaroslaw Klapucki a siete años de prisión por fraude en el IVA y su posterior blanqueo de dinero.
Tanto Klapucki como Consus aparecieron en los Papeles de Panamá ya que fundaron empresas en paraísos fiscales donde destinaban el dinero defraudado. Asimismo, Klapucki ha sido perseguido en Togo por sus continuos delitos en el comercio de biomasa para las centrales térmicas polacas. Llevaba cáscaras de nueces de palma en barcos hasta Polonia para reducir así la huella de carbono del que es el país que más carbón quema en la UE junto a Alemania.
"La corte reconoce el carácter organizado de la banda, que era visible en la sofisticación particular de las estructuras utilizadas, el carácter internacional de las herramientas y flujos bancarios, así como la organización estructurada entre las partes involucradas", dijo el fallo al que ha tenido acceso Euractiv.fr.
Klapucki también ha tenido que hacer entrega de una multa de un millón de euros y la prohibición de la gestión de empresas de este tipo durante cinco años. Junto con los otros miembros de su banda, el corredor polaco también ha sido condenado a pagar un total de 283 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. Su abogado ha recurrido la decisión.
La oposición polaca
Esta decisión de la Justicia francesa ha sido mal vista desde la administración polaca que defiende la actuación de su compatriota ya que las investigaciones fiscales llevadas a cabo en el país no reflejaron una actuación como la que se la ha condenado en Francia. Dice que el comportamiento de Consus no es ilegal.
"Consus ha tenido dos auditorías fiscales en Polonia en relación con las operaciones en Francia, y no se encontró ningún problema," dijo un representante de la compañía.
A pesar de la condena a Klapucki, Consus sigue operando en el mercado polaco de CO2 a través de una nueva empresa, pero el juez también la ha multado con 3,75 millones de euros.
El nombre de Consus llega a manos de la fiscalía francesa tras investigar a tres defraudadores del IVA en el mercado francés de CO2. Se trata de Samy Souied, Arnaud Mimran y Marco Mouly. Consus era la tapadera perfecta para lavar el dinero y actuaba de intermediario para estos tres estafadores, que por cierto, el primero ha fallecido, el segundo está en la cárcel y el tercero sigue en libertad.
Antes de que se conociera esta sentencia, la administración francesa intentó que Consus Francia pagase 800 millones, la mitad del fraude realizado, además de 400 millones por otras sanciones. En total, 1.200 millones de euros.
La Comisión mira para otro lado
Esta operación judicial contra el fraude masivo en el sistema de comercio de emisiones es un duro varapalo para la Unión Europea. La Comisión Europea se ha lavado las manos ante este asunto. Dice que son los propios países los que deben perseguir el fraude en el IVA ya que son ellos los que recogen los beneficios.
No es de extrañar que Polonia sea uno de los países que menos paga por las emisiones de CO2 que emite. Según los datos recogidos por la Comisión, Polonia ha pasado de obtener 244 millones de euros en 2013 a solo 78 millones en 2014. ¿Habrá tenido algo que ver el fraude de Consus si se mantiene operando en Polonia?
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