Política energética

Una Comisión de Transición Ecológica con muy poca empatía

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Según el diccionario de la Real Academia Española, el significado de 'empatía' tiene dos acepciones: Sentimiento de identificación con algo o alguien y capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Pues bien, la Comisión de Transición Ecológica que se celebró este lunes en el Congreso de los Diputados a petición de la propia vicepresidenta tercera y ministra del ramo Teresa Ribera, sobre la subida del precio de la electricidad fue de todo menos empática con los que estuvimos escuchándola.

Son varias cuestiones las que hacen de una Comisión de esta importancia que sea insoportable. Uno, su duración, casi cuatro horas. Dos, el escaso nivel técnico de nuestros diputados en materia energética y tres, el pobre contenido que resultó de la misma. A ello se le suma la penosa conexión para poder ver el encuentro a través de internet. Se colgaba el vídeo cada dos por tres. Aun así nos las ingeniamos para poder verlo. Si no es por mi trabajo, hubiera abandonado a los cinco minutos. Solo hay que ver las escasas entradas en el canal de Youtube del Congreso.

Otra cosa que también hizo alargar la comparecencia es que en la misma Comisión se trató todo el problema del Mar Menor y claro la vicepresidenta mató dos pájaros de un tiro, pero creo que era necesario haber hecho dos comisiones por separado.

Yendo al grano, Ribera ganó por goleada si hacemos un símil con un partido de fútbol. Dominó la situación en todo momento. En su primera intervención, que se fue a una hora sin inmutarse, Ribera dejó claras dos cosas: que en materia energética no todo vale (existe Bruselas) y que está haciendo todo lo posible para mejorar la situación.

Calló a todos. Aunque para mi gusto se quedaron algunas cosas en el tintero. Rechazó las medidas de Podemos de intervenir el mercado con precios límites a nuclear e hidroeléctrica. También la propuesta de crear una eléctrica pública. Al PP también le negó sacar de la factura los costes no energéticos. Le dio tiempo incluso para criticar la petición de que se devuelvan los CTC (costes de transición a la competencia) que recibió la nuclear sobre todo.

Explicó todo en su intervención y dejó a los contrincantes en fuera de juego. Algunos le reconocían a Ribera sus explicaciones. Se podría decir que aprendieron algo. Aunque luego viendo sus intervenciones dejaron bien claro que el nivel de nuestros políticos es muy bajo salvo alguna excepción.

Sorprendió que nadie hiciera una oposición valiente y firme, con datos. Por ejemplo, nadie echó en cara a la ministra el inoportunismo de las nuevas tarifas que han encarecido la factura de la luz. Nadie habló sobre la industria y cómo está repercutiendo sobre ellos unos precios desorbitados, y las consecuencias que pueden traer a medio plazo. Ahora el foco está puesto en el consumidor doméstico, ese al que nunca se le oye ni se le hace caso, y que al final es el que paga toda la fiesta.

Eso sí, no faltaron las puertas giratorias, como si prohibirlas fueran a mejorar el precio de la electricidad en los mercados mayoristas. El nivel, insisto, muy bajo. Se llegaron a escuchar cosas esperpénticas como algunas de las intervenciones del señor Guitarte de Teruel Existe que desconoce cómo funciona el sistema eléctrico. O la creación de una tarifa galega, solo para Galicia, que pedía el BNG. A ERC no le gusta el negocio integrado de las eléctricas y pide que elijan solo uno de los tres negocios. Y el acabose fue solicitar que el alquiler de los contadores se elimine de la factura. La gran medida.

La única que hizo los deberes fue Idoia Sagastizabal del PNV. Ahí parece que el PSOE tiene un aliado para sacar adelante las medidas estrella para bajar la factura de la luz. Aunque habrá que esperar a ver qué dicen sobre el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). El PNV apoya la propuesta de Ribera de cambiar la tarifa regulada, también denominada PVPC, hacia una que no dependa tanto de la volatilidad de los mercados.

Faltó chicha en materia fiscal. Es cierto que se está trabajando en ello, y que es pronto para anunciar grandes cosas, pero nadie habla del Impuesto Especial a la Electricidad (IEE), por ejemplo. Al menos Ribera anunció que mantendrá suspenso el IVPEE, el impuesto del 7% a la producción eléctrica hasta final de año. Esto significa que aún hay espacio para recortar. Los millones que ingresa el Estado con el maldito mercado de CO2 le están dando aire al Gobierno, pero no a los consumidores.

Los grandes partidos brillaron muy poco. Es decir, la verdadera oposición. Muy poca cosa. Unidas Podemos afirma que seguirá en la batalla. El guerracivilismo en el que se ha convertido el Consejo de Ministros por la energía es de tal calibre que Podemos está dispuesto a todo con tal de conseguir derrocar a Ribera. Ese era el sillón deseado por Podemos y que nunca le perdonará a Sánchez que no se lo haya dado. ¿Por qué se creen si no que se dedica Podemos a poner tanto palo sobre las ruedas a Ribera?

El PP fue más a hablar del Mar Menor que a los asuntos de la luz. Por eso colocó a Teodoro García-Egea, a defender su tierra. Del tema energético, poca cosa, cero novedad. No quiso aplaudir la medida de la reforma del PVPC porque es el PSOE quien lo ha anunciado, pero está de acuerdo con ello. Ciudadanos, como últimamente, ni está ni se le espera. Lo único destacable que solicitara una Mesa de la Energía para resolver entre todos, más allá del arco parlamentario, el problema de los precios energéticos. Y Vox fue para pedir la dimisión de Ribera, algo que no va a suceder. En su haber, fue quien más se opuso. Insisto, el PP fue a hablar del Mar Menor. Qué pena ver al señor Mariscal escondido en la mesa presidencial y no hablando de energía. Para uno que más o menos controla en el PP.

En definitiva, fue un paseo de Ribera que anunció algunas medidas a la espera de poder aprobar su dos ases en la manga, el FNSSE y el dividendo del CO2.

Ahora, se preguntarán a qué viene lo de la empatía del inicio de la crónica. Es fácil. Ribera acusó a las eléctricas, sobre todo a Iberdrola de escasa empatía social por el rápido vaciado de los embalses. Eso sí, no tiene claro que sea ilegal lo que ha hecho la eléctrica. Parece que las confederaciones dieron el visto bueno a esas operaciones y claro mejor no meterse en más jardínes. Pero quiere hacer algo el Ministerio con ello. Tenerlo más controlado de alguna forma. Habrá noticias en las próximas fechas.

Sí, efectivamente, la Comisión no tuvo empatía alguna, al menos conmigo.

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2 comentarios

  • Cristina

    31/08/2021

    Creía que el periódico de la energía era un periódico más serio hasta que he leído este artículo. Son sólo ganas de fomentar el sensacionalismo político, lo cual no me esperaba en un periódico especializado en un campo tan técnico como este. Qué pena. Queda claro, Ramón Roca, que tú tampoco tienes mucha idea de cómo funciona el mercado eléctrico y por qué se toman las medidas que se toman (aunque a muchos no nos gusten).
  • Miguel

    31/08/2021

    La ministra ecologista está esperando que Rusia le resuelva el problema de la luz a base de suministrar más gas a Europa a través del nuevo gaseoducto, mientras que ella prohíbe explotar gas en España para luchar contra el cambio climático.

    La ministra Ribera ha de comunicar a los ciudadanos españoles que el hecho de que Rusia suministre menos gas a Europa es un acto de lucha contra el cambio climático.

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