Una Eurocámara partida en dos da un apoyo ajustado a la nueva Comisión Von der Leyen

El Parlamento Europeo dio luz verde a la nueva Comisión Europea de Ursula von der Leyen por un margen mucho más estrecho de lo previsto, con 370 votos a favor frente a 282 en contra y 36 abstenciones que dibujan una legislatura complicada por la ausencia de mayorías estables.

Aunque el voto era por mayoría simple y sólo eran necesarios más síes que noes, los 370 votos a favor de los 719 eurodiputados totales (un 51%) suponen la mayoría más estrecha para aprobar un ejecutivo comunitario en la historia de la Unión Europea, inferior al 62,5% que la propia Von der Leyen consiguió tal día como hoy hace cinco años en su primer mandato.

El resultado también es más ajustado que los 401 votos que Von der Leyen consiguió de manera individual en julio en su reelección como presidenta de la Comisión Europea. También es una mayoría más 'derechizada' que la de hace cuatro meses, ya que ha perdido a eurodiputados verdes y socialdemócratas y ha ganado en su lugar a partidos como los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.

Esos 401 votos a favor abarcan a eurodiputados desde los Verdes hasta los Conservadores y Reformistas Europeos, pero con importante deserciones en todos los grupos: desde el PP español hasta el SPD alemán pasando por todas las delegaciones del sur de Europa en los Verdes o por el Ley y Justicia polaco, la segunda fuerza dentro de los ultraconservadores comunitarios.

El PP español, que ofreció su lealtad a la Comisión Europea, justificó su voto en contra por "no poder apoyar expresamente un Colegio de Comisarios que cuenta con un perfil como el de Teresa Ribera". En 2014, el PSOE se abstuvo en el voto a la Comisión Europea de Jean-Claude Juncker por la presencia del popular Miguel Arias Cañete.

Von der Leyen: "el centro se mantiene"

"Hoy es un buen día para Europa, porque la votación muestra que el centro se mantiene", aseveró en rueda de prensa Von der Leyen, que en un comunicado a comienzos de esta semana insistía en que la mayoría con la que ella quiere trabajar incluye a populares, socialdemócratas, liberales y verdes.

La presencia de catorce comisarios del Partido Popular Europeo, de los ultraconservadores Raffaelle Fitto (Italia) y Jozef Síkela (Chequia) y del húngaro Olivér Várhelyi (que repite como comisario) convierte a la Comisión Europea en la más escorada a la derecha de la historia, con sólo cuatro comisarios socialistas y cinco liberales.

Entre los cuatro socialdemócratas estará la española Teresa Ribera, que será la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva y también comisaria de Competencia, la cartera con más peso entre todos los comisarios y que le sitúa de facto como "número dos" de Von der Leyen, así como la socialdemócrata con más poder en las estructuras comunitarias.

Ribera prevé un "gran desafío" para la nueva Comisión

Preguntada por la fragmentación de la Eurocámara que ha confirmado la Comisión de la que será parte, Ribera aseguró que es otro factor que forma parte del "gran desafío" que tiene por delante el nuevo Ejecutivo comunitario e instó a "reconstruir sobre todo aquello que nos une".

"Creo que la inmensa mayoría de los europeos compartimos valores, principios y vocación. Es muy importante fortalecer ese modo de escucha, integración e incorporación de las preocupaciones de todo el mundo en las respuestas que hemos de dar", apuntó la española, que añadió que el PP "se retrata solo" con su voto en contra de la línea de los populares europeos.

Con la votación de hoy se pone punto y final a la etapa electoral europea, con unos comicios el pasado 9 de junio que dieron lugar a un hemiciclo con dos mayorías posibles que se excluyen mutuamente: la tradicional proeuropea (que reúne a populares, socialdemócratas y liberales además de ocasionalmente a los verdes) y la alternativa hacia la derecha, en la que el PPE puede apoyarse en sus socios ultraconservadores y de extrema derecha.

Los Verdes, divididos en dos mitades en el voto de este miércoles, advierten de que la mayoría estable que permitió la reelección de Von der Leyen en julio (la de centro) "ya no existe". También los socialdemócratas admiten que la puesta en práctica del acuerdo por escrito que firmaron con populares y liberales dependerá en gran medida de la voluntad del PPE y de cómo trabaje con ellos en el día a día.