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Unos 50 inversores en Abengoa afectados por impagos presentan demandas

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En torno a medio centenar de representantes de inversionistas minoristas de bonos y pagarés de Abengoa han presentado 50 demandas con una reclamación que suma los 2.600.000 euros, y acudieron este pasado martes a la primera asamblea de afectados por inversiones en la compañía sevillana, organizada por el bufete de abogados Duran y Osuna.

Según indica el bufete en una nota, ya se han presentado las primeras demandas de familias que han invertido sus ahorros en la compañía sevillana "y que ahora no los pueden recuperar", por lo que exigen a los bancos la restitución del daño.

En la asamblea celebrada el pasado martes éstos conocieron los resortes legales, los instrumentos para recuperar su dinero, toda vez que Abengoa ha llegado a un preacuerdo con los acreedores más importantes para evitar el concurso de acreedores "y ha dejado fuera a los pequeños inversionistas, muchos de los cuales habían invertido los ahorros de toda su vida en la compañía sevillana creyendo que era un valor seguro y que ahora no pueden recuperar".

Según el abogado Miguel Durán, "aquí todo el mundo habla de rescatar a Abengoa. A los bancos les diría que empiecen a rescatar a los que ustedes engañaron. Restituyan ustedes el daño que han causado a los minoristas".

Este despacho canaliza la mayor parte de las demandas de estos inversores minoristas. Su portavoz explica que, "de momento, los bancos no están por la labor de negociar previamente la deuda". "En cualquier caso, nosotros no vamos a aceptar las condiciones de aplazamiento de pagos y de quitas que han negociado con los acreedores mayoristas. Mis clientes quieren su dinero y lo quieren ahora y no dentro de equis meses", añade.

Las demandas presentadas por el bufete de abogados no van contra Abengoa. "Nadie quiere hacer con esto leña del árbol caído; nosotros no vamos contra Abengoa, vamos contra los bancos que cobraron por colocar estos bonos a los pequeños inversores y no explicaron con rigor los riesgos que entrañaba la operación", explica Durán.

Abengoa emitió bonos, bonos convertibles, pagarés y demás productos financieros para captar financiación alternativa. La empresa emitió esos bonos a través de entidades colocadoras, entidades financieras. Acudió para que le colocasen esos bonos, esos pagarés, entre sus clientes.

"En lo que era la voluntad de Abengoa, estaba claro que consideraba que estos pagarés eran instrumentos de riesgo porque si no, no se explicaría que debieran tener como destinatarios a inversores profesionales o inversores cualificados", añade el abogado, y se parte de la consideración de que "muchos de estos bonos han sido colocados sin la debida orientación, y mucha gente se está quedando sin cobrar. Cuando vencen esos bonos, no cobra. El banco les da explicaciones. Algunos se lo creen y otros no. Y los que no se lo creen buscan un abogado, como nos han buscado a nosotros. A nosotros nos han buscado ya unas 200 afectados".

Ha reiterado que "para evitar el concurso de acreedores, Abengoa ha llegado a un principio de acuerdo con los acreedores mayoristas y los minoristas se han quedado fuera de esa negociación", porque sería "absurdo" pedir dinero a Abengoa ya que "está tiesa". "A la gente lo que más le importa es que recuperen su dinero. Les aconsejamos que se asesoren bien. Las entidades colocadoras tienen su responsabilidad sobre las operaciones. No deben creer que está todo perdido", ha añadido.

Recuperar el dinero invertido

El bufete ha transmitido esperanza a todos estos afectados e indica que su dinero "puede ser recuperable si se hacen las cosas bien. Deben acudir a los tribunales incluso si el bono o el pagaré no ha vencido". Recuerda que en la venta de este tipo de productos financieros, si los intereses son altos el minorista tienen que tomar cautela. Como también los bancos deben advertirles que la situación financiera de la empresa es mala o buena. Con esos datos el minorista debe decidir.

Apunta que las entidades financieras tienen sus tarifas para cobrar la firma de estas operaciones. Es decir, cobran dinero por hacerlas. "Y tienen la obligación de explicar todo lo que corresponde a los riesgos que acarrea el producto. Si no el banco no le informó, tiene que correr con los gastos de esta 'fiesta'. Tendrían que explicarles qué pasa", ha apuntado Durán, que precisa que la inmensa mayoría de estos inversionistas minoristas ha invertido 50.000 euros.

El despacho de Duran y Osuna no va a interponer demandas colectivas, porque "lo que el juez tiene que dirimir es si el inversionista fue bien informado, y no todos los casos son iguales; habrá algunos que tengan mucha información y otros ninguna. Claro que Abengoa tiene su responsabilidad, pero no se le puede pedir dinero, sería una quimera". Asimismo, considera que el preacuerdo con los acreedores mayoritarios para evitar el concurso "es impugnable y tiene plomo en las alas".

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