Renovables

¿Va España de farol en renovables?

Se aprecia que España tiene un gran potencial e interés inversor para instalar mucha generación renovable, pero puede que también vaya un poco “de farol”

3 comentarios publicados

Leo multitud de declaraciones en las que se afirma que España es un paraíso de las energías renovables, con un potencial casi ilimitado. Tanta tendremos, que en un futuro no muy lejano nos va a sobrar, la utilizaremos para producir Hidrógeno Verde y construiremos un hidroducto para abastecer a la mitad de Europa. En mi pueblo, cuando alguien hace aseveraciones de ese estilo y se sospecha que pueden no tener fundamento o son exageradas, se dice que “va de farol”.

Mi mujer piensa que soy más cuadriculado que un cubo de Rubik y yo creo que algo de razón tiene (nunca se la voy a dar del todo, por si acaso...), así que terminado el año 2022 y aprovechando los datos de Red Eléctrica de España (www.ree.es), voy a intentar hacer algún pequeño contraste para quitarme la inquietud que me surge al oír dichos comentarios.

Para hablar de renovables y de su previsión de instalación, debemos acudir al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), publicado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (www.miteco.gob.es) en enero de 2020, que es un documento que traspone las directrices europeas al ámbito de España y en el que se establecen las políticas y medidas para alcanzar unos objetivos relativos a la descarbonización y neutralidad climática. En pocas palabras: es dónde se dice donde tenemos que llegar y cómo hacerlo, dando además datos numéricos concretos de referencia en los años 2025 y 2030.

Empezamos con buenas noticias ya que la energía solar fotovoltaica está batiendo los objetivos. En 2022 ya está al 88% de cumplimiento del objetivo establecido para 2025, con un ratio de instalación anual de aproximadamente un 50% más del previsto.

Seguramente si pudiéramos comprobar las instalaciones de autoconsumo aún nos alegraríamos más. Pero lamentablemente no hay de momento un registro fiable de dichas instalaciones (aunque está previsto) aparte de los datos que dan las asociaciones de instaladores y que difieren mucho entre ellas.

Respecto a la eólica se puede destacar que la potencia instalada a final de 2022 llega al 73% de la prevista para 2025. Pero lo que puede parecer una buena noticia, no lo es tanto, ya que el ritmo de instalación es menos de la mitad del que se debería llevar para cumplir los objetivos finales. De la eólica marina, inexistente de momento en España, no hablaremos.

Hay muchos proyectos de ambas tecnologías que están en diferentes procesos de desarrollo, entre los cuales cabe destacar la tramitación administrativa, donde ante el hito del 25 de Enero de 2022 marcado por el RDL 23/2020 y el RDL 29/2021 y el riesgo de caducidad de multitud de permisos de acceso y conexión, las administraciones competentes han pisado el acelerador y están publicando multitud de Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA).

No se puede menos que alabar dicho empeño pero también cabe preguntarnos si no se podía haber hecho de manera más escalonada. Veremos si en los siguientes hitos (Autorización Administrativa Previa y de Construcción) establecidos en 3 y 6 meses respectivamente, se agiliza dicha gestión o se vuelven a ver las prisas de última hora. La acumulación de permisos obtenidos casi simultáneamente de proyectos puede conllevar problemas de planificación y logísticos, encarecimiento de materiales, escasez de medios y personal para su implantación, etc.

Y ahora pasamos a otras noticias no tan halagüeñas.

Las Centrales Solares Termoeléctricas, las hidráulicas de bombeo y el almacenamiento en baterías, permiten realizar una gestión de la energía renovable (minimizando episodios como el acaecido recientemente en los que se desconectan centrales renovables ante exceso de producción), organizar sus ciclos y aportar el respaldo necesario a la red ante determinadas condiciones climatológicas adversas, como podría ser la falta de agua.

Hay previsión de que las centrales nucleares españolas dejen de funcionar en 2035, por lo que si no queremos depender para realizar dicho respaldo únicamente de las centrales de Ciclo Combinado y por consiguiente del gas (con las consecuencias que hemos sufrido en 2022) haría falta potenciar adecuadamente el despliegue de las tecnologías anteriormente nombradas, de las que hay diferentes proyectos viables pero en las que se está actualmente muy por debajo del objetivo marcado de 12 GW en 2030.

En concreto, si miramos los datos de REE del bombeo y la Solar Termoleléctrica, con objetivos de aumento de potencia instalada hasta 2030 de 3500 MW y 5000 MW respectivamente, vemos que no se ha puesto nada en servicio en los últimos años.

De cara al despliegue de tecnologías renovables previsto para el sector eléctrico, el PNIEC, 2021-2030, y cito textualmente, “contempla las subastas como principal herramienta para el desarrollo de estas tecnologías”, ya que permite una predictibilidad y estabilidad de los ingresos. El hecho de que las últimas subastas de potencia hayan quedado desiertas (o casi) puede no ser especialmente preocupante en eólica y fotovoltaica, donde ya hay una gran pujanza, pero sí en Termosolar, donde no se adjudicó ni un solo MW. Parece que el instrumento primordial del que se dispone para fomentar la instalación de un determinado tipo de tecnología que, como en este caso, no termina de arrancar por sí sola, no está funcionando de forma adecuada.

Como factor adicional que puede complicar más el panorama, podríamos citar que muchos proyectos de centrales renovables obtienen financiación partiendo de PPAs (contratos de venta de energía a plazo) por lo que la incertidumbre que crea la modificación del marco legal no los favorece a priori. Teniendo esto en mente habrá que vigilar el efecto que el anuncio de la nueva propuesta de regulación del mercado eléctrico tiene en la ejecución de proyectos, tanto los que están en curso como de los nuevos. De momento y por razones evidentes, ha desatado gran inquietud en las asociaciones de renovables.

En vista de todo lo anterior, se aprecia que España tiene un gran potencial e interés inversor para instalar mucha generación renovable, pero puede que también vaya un poco “de farol”.

En el PNIEC se establece que se debe hacer un informe de progreso en 2023 y debe ser actualizado cada 5 años así que es de esperar que se analizaran en detalle muchos de los aspectos comentados. En vista de los acontecimientos acaecidos en 2022 y que tantos efectos han tenido energéticamente hablando, se quiere establecer un objetivo mucho más ambicioso de instalación de energías renovables en dicho PNIEC. Pero no basta con poner un número en un papel (en ingeniería se dice que el Excel lo aguanta todo) sino que hay que establecer el marco adecuado y dar los pasos correctos para la consecución del mismo.

Podemos terminar diciendo que para pasar de ir de farol a tener una buena baza y que el potencial se convierta en realidad es necesario que a quien le toque la revisión de los objetivos y medidas del PNIEC se ponga las pilas (baterías) con viento fresco (eólica) y que el agua que no beba, no la deje correr (bombeo).

Y si no, que salga el sol por donde quiera (solar fotovoltaica y termosolar).

Julio Balana es experto en Mercados Energéticos del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja.

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3 comentarios

  • pepe

    26/01/2023

    Lo que se debería fomentar y obligar es que los millones de coches eléctricos que pronto circularán por nuestro país, tengan V2G y se incentive y remunere de manera justa a los propietarios para que sus coches sirvan de respaldo a la red, y contribuyan con cientos de GWh de respaldo para usarlos en momentos pico y que puedan cargarse en momentos valle con mejores precios.

    Dejar que siempre sean las multinacionales las que se beneficien en lugar de apostar por los ciudadanos es un error, se debería fomentar más las comunidades energéticas para miles de pueblos de menos de 5000 hab que podrían generar ellas solas el 100% de la electricidad que consumen sus vecinos, y harían una red más estable al no depender de grandes instalaciones y lineas de altatensión.
  • Richard

    26/01/2023

    Y no van a sufrir mucho las baterías de esos coches al estar continuamente soltando energía y cargando??
  • Francisco

    27/01/2023

    Interesante artículo en el que se ponen en evidencia algunos de los problemas de la estructura de generación española. El principal: LA ADMINISTRACIÓN. La dejadez en la tramitación de los estudios ambientales (todo a última hora), la forma de promover las renovables deficitarias (que no logran en las subastas), la falta de regulación especifica para baterías y para Eólica Marina....

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