El investigador del CSIC y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos Fernando Valladares ha afirmado a EFE que “Estados Unidos no va a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero” pese a la llegada de Donald Trump al despacho oval, ya que “no podrá dejar pasar la ocasión de emplear energías renovables”.
Valladares interviene este martes, 28 de enero, en las II Jornadas vinculadas al Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad de La Rioja, que organiza el Gobierno regional.
Este experto medioambiental ha constatado que “las energías renovables ya producen electricidad más barata y competitiva que la nuclear y muchos combustibles fósiles”.
Trump y las renovables
Ha reconocido que “la senda que había dejado establecida el anterior presidente de EEUU, Joe Biden, de intentar reducir en un 60% las emisiones no se va a alcanzar”, pero sí que puede oscilar entre “un 24 y un 40% de reducción”, algo que “no significa ni el fin de la acción climática global, ni la de Estados Unidos”.
Este investigador ha augurado que el planeta se moverá "en un horizonte de entre tres y cuatro grados Celsius de calentamiento para finales de siglo”, algo que significaría incumplir el Acuerdo de París.
Un pronóstico que este profesor tilda de “barbaridad”, pese a que “no es una certeza absoluta” y aunque “todavía hay posibilidades de no alejarse de los dos grados Celsius de calentamiento”, algo que cree “difícil”, debido a la postura de las multinacionales y al nuevo orden internacional establecido con la llegada de Trump o Javier Milei en Argentina.
Autocrítica de la izquierda
Por ello, ha pedido a las formaciones progresistas “hacer autocrítica” porque “la narrativa y los estímulos sociales” desplegados en los gobiernos “se podían haber hecho de forma diferente, logrando, así, menos reacción en contra”.
Ha explicado que “el espectro de la izquierda y del progresismo entona una narrativa que no es muy motivante” porque “habla del sacrificio, el esfuerzo, la dificultad, apela a la épica y a generaciones futuras”.
Mientras, “la derecha o el populismo de derechas hablan de libertad, de cosas más superficiales y objetivos que cualquiera, sin tener mucho tiempo para pensar o formación, los compran fácilmente”, ha señalado.
Valladares lo ejemplifica con la Agenda 2030, que “se tendría que haber explicado de otra manera a juzgar por los resultados”, ya que cree que “si contar algo tan esperanzador como una agenda basada en derechos humanos ha fallado, hay que cambiar la manera de transmitir”.
Ha rechazado que la narrativa y los discursos contra el cambio climático sean abordados “desde un sentimiento de culpa, que se debe erradicar”, porque “hay que trabajar desde un ámbito de motivación”.
Para él, la clave es que “hay que lograr que todos deseen hacer determinadas cosas” y no realizarlas “por una imposición ni por un criterio ético de las generaciones futuras”, ya que “hay mucha gente que vota que no le importa el futuro”.
Miguel
27/01/2025