El arbitraje de Abengoa contra España por el recorte a las renovables ante la Cámara de Comercio de Estocolmo, en el que reclamaba cerca de 1.200 millones de euros no ha progresado ante esta instancia, que se ha declarado incompetente y que impone al demandante el pago de unas costas de algo más de 5 millones de euros.
Según ha informado este martes Abengoa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el tribunal de arbitraje ha resuelto por unanimidad que carece de competencia para resolver el caso planteado por el demandante, CSP Equity Investment, filial de Abengoa.
El tribunal dice que no necesita, por tanto, resolver las otras objeciones jurisdiccionales planteadas por el demandado, en este caso el Reino de España.
Además, el laudo reparte las costas del arbitraje, de forma que el demandante, la filial de Abengoa, soportaría el 75 % de los costes razonables del demandado, que el tribunal fija en 6,77 millones de euros lo que se traduce en que el demandante deberá pagar al demandado 5,08 millones de euros.
Por su parte, el Reino de España soportaría el 25 % de los costes del arbitraje.
Abengoa ha dicho que está analizando el citado laudo, sus efectos, y las posibles acciones que puede emprender en relación con el mismo.
La demanda de arbitraje se presentó en 2013 por la reducción de las primas a las energías renovables aprobado un año antes, bajo el Gobierno del PP.
En aquel entonces el sistema de retribución de las renovables se reemplazó por uno que ofrecía una rentabilidad mínima garantizada del 7,4 %, lo que cambió las previsiones de Abengoa y llevó a la compañía andaluza a pedir un arbitraje por el impacto de esta decisión en el retorno de seis instalaciones termosolares.
La demanda de arbitraje se interpuso por parte de su filial luxemburguesa y propietaria de varias plantas termosolares en España, CSP Equity Investments.
En el arbitraje, la filial de Abengoa reclamaba daños por importe de 907,8 millones de euros, cifra que asciende a 1.188,2 millones tomando en cuenta el efecto fiscal, según dijo Abengoa en sus cuentas.
A la espera de que la decisión del tribunal de arbitraje llegara, Abengoa había comunicado desde octubre de 2019 que contaba con el visto bueno de sus acreedores para monetizar parcialmente los derechos de cobro de ese arbitraje.
En octubre de 2020, Abengoa obtuvo el consentimiento de sus acreedores para la monetización, después de que en septiembre de 2019 trasladara al supervisor bursátil que había alcanzado un principio de acuerdo con varios fondos.
Según explicó Abengoa, la operación consistiría en el cobro de un precio inicial de 75 millones de euros a cambio de la participación en los derechos derivados del arbitraje, a lo que se añadiría una cantidad adicional una vez cubiertos los costes de los inversores, que dependería del importe reconocido y cobrado del arbitraje.
El de CSP Equity, titular de varias plantas termosolares en España, era uno de los arbitrajes contra España que estaban abiertos en la Cámara de Comercio de Estocolmo por el recorte de las renovables.
Junta de Accionistas
La decisión del tribunal de arbitraje se ha conocido en el mismo día que Abengoa ha celebrado junta de accionistas, en la que se ha ratificado el nombramiento de Clemente González Fernández y de Alfonso Murat como consejeros con el 75,3 % de apoyo y se han aprobado las cuentas de la sociedad matriz del ejercicio de 2019, con el 70 %, que arrojaron unas pérdidas de 487 millones de euros.
Además, se ha aprobado con el 66,5 % una propuesta de acción social de responsabilidad por los perjuicios y el daño causado a la compañía contra las nueve personas que conformaron los dos últimos consejos de administración, encabezados por Gonzalo Urquijo y posteriormente por Juan Pablo López-Bravo.
También han aprobado los accionistas de Abengoa, con el 60,2 % de apoyo, adherirse a la querella presentada contra las dos reestructuraciones ejecutadas en la compañía de ingeniería andaluza en 2017 y en 2019.
No obstante, tanto la propuesta de acción social como la adhesión de la querella le corresponde la decisión de ejecutarla al administrador concursal EY al estar Abengoa en concurso de acreedores.
El rechazo por el tribunal de arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo se produce en un momento en que Abengoa está pendiente de que se apruebe su rescate, una inyección de fondos de la SEPI de 249 millones y otros 300 millones en avales.
La oferta que hay sobre la mesa para que un inversor participe en la refinanciación de la compañía dentro del proceso de reestructuración es la del fondo de inversión mexicano Terramar, que no es del agrado del actual consejo de administración, que quiere que la lidere un grupo industrial español.
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