Las emisiones afectan a todos: los vehículos comerciales podrían no cumplir el objetivo marcado por la UE para 2025

El sector de los turismos capitaliza prácticamente todas las portadas, titulares y renglones de los medios (incluyendo este). Sin embargo, hay muchos fabricantes que también apuestan por el sector de los vehículos comerciales, dándoles en este caso una representación mayor incluso que la de los turismos. Dicho esto, este tipo de vehículos tampoco escapa a las cada vez más estrictas normativas medioambientales y de cara a 2025 tendrán una significativa bajada. En concreto, hablamos de una reducción del 17% pasando de los 185 g/km de CO2 actuales a los 154 g/km que estarán vigentes a partir del próximo 1 de enero, es decir, en poquito más de dos meses.

Un contexto que preocupa a los fabricantes de este tipo de automóviles, que ven bastante complicado el hecho de poder llegar a cumplir los objetivos para el próximo año, ya que las ventas de furgonetas eléctricas no solo no se mantienen sino que caen. Tanto es así que en los primeros seis meses de este 2024, las matriculaciones de furgonetas eléctricas en la Unión Europea cayeron un 3,7%, mientras que en el lado opuesto, las ventas de furgonetas diésel crecieron un 16% para representar el 84% del total, según la asociación industrial ACEA. Y es que como ha ocurrido tradicionalmente, el gasóleo se ha convertido en la opción preferida por este tipo de conductores, principalmente porque ofrecen una mejor economía de ahorro en términos de gasto de combustible que los gasolina (de hecho pocas ofrecen elección de gasolina en su portfolio).

Rechazo popular

Ante este panorama, Stellantis estima que tendrá que aumentar el porcentaje de furgonetas totalmente eléctricas que vende al 20% para alcanzar el objetivo, cuando hoy por hoy este número supera por poco el 12%, mientras que Renault dice que su cifra tendrá que rondar el 18%. De hecho, el conglomerado liderado por Carlos Tavares tendría que incrementar su participación en las ventas de vehículos eléctricos al 70% de su volumen total de furgonetas en la UE.

Sin embargo, la demanda de este tipo de furgonetas es todavía muy bajo animados por unos precios considerablemente más elevados que los de sus homónimos diésel, una autonomía infinitamente menor y una incertidumbre relacionada con la infraestructura de carga y la potencia de carga de los propios modelos. Del mismo modo, la reducción de los incentivos a la compra, unido al alto precio de las tarifas de la luz acaban convirtiéndose en la puntilla para que los usuarios no las vean con buenos ojos.

Por esto no fuera suficiente, al igual que está ocurriendo con los turismos, los fabricantes tradicionales de furgonetas tienen que rivalizar con los modelos provenientes de China, siendo incluso más preocupante ya que si bien la Comisión Europea ha establecido aranceles a los turismos eléctricos, no dice absolutamente nada de los comerciales ligeros, donde la ventaja competitiva en precio y, sobre todo, en materias primas, las hace casi invencibles. De hecho, durante el pasado Salón de París 2024, varias fueron las marcas chinas que presentaron modelos de este porte, tales como el Maxus eDeliver 5 propiedad de SAIC Motor o la Skywell 223, que saldrá a la venta en Europa en diciembre de 2025.