Volvemos a encontrarnos con un SUV, eléctrico y de Mercedes-Benz pero en un formato más pequeño y con una configuración mecánica más lógica. Así es el EQA 250
Mercedes-Benz se ha volcado con su estrategia eléctrica hasta el punto de ser la marca Premium que más modelos cero emisiones comercializa del momento llegando así a un público de lo más variado. Dos berlinas, una furgoneta y cuatro SUV, uno de ellos de representación como es el EQS, la convierten en todo un referente.
Sin embargo, si quieres llegar a un público más amplio lo que tienes que hacer es empezar por las esferas más bajas y así es como en 2021 la firma de la estrella lanzó el EQA que hoy probamos en El Periódico de la Energía, poco después de haberos traído el EQB en su versión 350 4MATIC (prueba), con quien comparte infinidad de elementos. Por eso vamos a pasar muy rápido por algunos de ellos y nos vamos a centrar en los puntos destacados de este todocamino compacto cero emisiones, el escalón de acceso a la total electrificación en la marca de Stuttgart.
Estética de familia
Como ocurría en el SUV familiar de 7 plazas, el EQA deriva del GLA lo que supone hablar de un coche de 4,50 metros que compite contra rivales del estilo del Audi Q4 e-tron (prueba), Tesla Model Y e incluso Volswagen ID.4 (prueba) sin olvidar el recientemente estrenado iX1 de BMW(prueba del X1). Es sencillo de diferenciar frente al modelo de combustión porque ofrece una parrilla carenada con una tira de LED superior, la misma que replica en la zona trasera, así como por unos juegos de llantas de aleación exclusivos como son estas semicarenadas que llevan el sello AMG.
En el interior tenemos el típico puesto de conducción de Mercedes-Benz con el sistema MBUX ultraintuitivo con un asistente vocal avanzado o un sinfín de funciones y un manejo excelente del propio monitor. El Cuadro de instrumentos también cuenta con varios menús, a manejar todos mediante los comandos táctiles del volante,así como con el apoyo del sobresaliente Head-up Display proyectado. Un cuadro de instrumentos que puede configurar en con varias visualizaciones en función del programa de conducción.
Facilidad de uso
Hablando de programas, tenemos cuatro: ECO, Confort, Sport e Individual que varían el comportamiento del coche siendo especialmente destacable el ECO, que limita la velocidad y rebaja la potencia, como el Sport, que se vuelve mucho más reactivo. En cuanto al comportamiento resulta ser un coche sencillo de conducir por cualquier escenario. En ciudad se desenvuelve con soltura mientras que en carretera revirada no hace ascos.
“"Con el programa ECO se limita el rendimiento y con el Sport se desata todo su potencial"
La suspensión es firme sin llegar a ser seca mientras que la dirección transmite bastante información siendo especialmente útil en carreteras reviradas. De hecho incluso el tacto del freno es más natural pese a tener el sistema de regeneración dela frenada, el cual cuenta con cuatro niveles, D+, D, D- y Auto llegando en el D- a realizar una conducción de un solo pedal más efectiva incluso que en el EQB pues tenemos menos masa que detener.
Dicho esto, ¿qué versión del EQA montamos? Pues la de acceso dentro de las tres que tenemos disponibles: el 250. Tiene un único motor situado en el eje delantero que desarrolla 140 kW (190 CV) y 385 Nm para acelerar de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y llegar a los 160 km/h de velocidad máxima, autolimitada. Es una potencia sobrada para el día a día pues en aceleración quedarás satisfecho así como en recuperaciones.
Sin embargo, lo que a priori debería ser un punto favorable como es la autonomía se acaba quedando en tierra de nadie. Me explico. Monta un paquete de baterías de 66,4 kWh que le permiten homologar un rango máximo de 420 km a razón de un gasto de 16 kWh/100 km. Sin embargo en circulación real y a no ser que abuses del entorno urbano, lo normal es que te muevas en el ámbito de los 20 kWh/100 km provocando que el recorrido final no llegue a superar los 350 km. Por el contrario y como te decimos, en recorridos urbanos es sencillo conseguir valores de 14 kWh/100 km alcanzando incluso los 500 km pero tener un coche de este porte para moverse por ciudad resulta poco inteligente, ¿no crees? Al menos tenemos un maletero bastante capaz, de 340 litros ampliables a 1.320 con los respaldos traseros abatidos.
“"Los 190 CV son más que suficientes para el día a día y en conducción urbana podrás rozar los 500 km"
En cuanto a la carga, el EQA al igual que el EQB admite cargas en CC hasta de 100 kW lo que supone recuperar el 80% en media hora mientras que en corriente alterna el máximo de potencia es de 11 kW lo que supone que en unas 6,5 horas lo tendrás lleno por completo.
En definitiva
¿Renta entonces por delante del EQB? Depende de si equiparas versiones, en el caso del EQB 350 4MATIC que nosotros probamos, sin duda. Pero por delante del 250 y ya no digamos del 250+ quizá sea más lógico pagar los 1.400 euros de más del SUV familiar pues ofrece más habitabilidad y más volumen del maletero que son 2.700 euros si equipas las siete plazas en el segundo. ¿Cómo se posiciona este EQA frente a la competencia? En la lucha. Como todo Mercedes-Benz, el logo de la estrella tiene mucho peso y el hecho de que este EQA derive de un coche de combustión conocido como es el GLA le hace ganar muchos puntos. Ahora hay que ver quién prefiere pagar los 53.700 euros que cuesta y que suponen 500 más que un GLA 250e híbrido enchufable con una autonomía eléctrica ya más que suficiente para el día a día sumando además el motor de combustión para ir tranquilo y un maletero semejante. Pero el futuro es eléctrico y este EQA ya está preparado para ello.
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