Volvo ya lo anunció hace meses: en 2030 será una marca 100% eléctrica que prescinda de los motores de combustión. Una estrategia cero emisiones que comenzará a ser visible, de manera más continua, desde el 2025, año a partir del cual veremos al menos un Volvo eléctrico circular por nuestras carreteras. El objetivo a medio plazo no es otro que conseguir ser una firma neutra en carbono para el 2040.
Un camino que la sueca ha iniciado desde hace menos de un año con la comercialización de los XC40 Recharge y del C40, ambos 100% cero emisiones, a los que se suma una extensa gama de modelos hibridados ya sea de manera ligera o mediante la tecnología enchufable. La misma que ya en 2021 supuso un cuarto de las ventas de la marca en el mercado español y que para el 2022 espera incrementarse hasta el 40%. De esta forma, las previsiones de Volvo para este 2022 será alcanzar unas ventas de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) de unas 6.000 unidades.
De esas 6.000 unidades, un 25% (1.500 unidades) corresponderá con modelos BEV, es decir, totalmente eléctricos mientras que las entregas de modelos híbridos enchufables rondarán las 4.500 unidades, representando el 30% de las 15.000 unidades que prevé comercializar la firma en 2022. Estas previsiones en España están en línea con el objetivo global de descarbonización y reducción del impacto medioambiental de la compañía mientras que Volvo Car España se ha puesto el fin de garantizar que la energía eléctrica consumida por la compañía y la red de concesionarios sea de origen renovable.
Verdes desde el origen
En la actualidad, el 100% de la energía consumida por Volvo Car España es renovable y el 60% de la que utilizan los concesionarios de la marca, aunque la previsión para el cierre del año es que esta cifra se eleve hasta el 100% en la red comercial. Por otro lado, en 2021, Volvo Cars recicló el 95% de los residuos generados durante la producción, lo que incluye 176.000 toneladas de acero, evitando la emisión de 640.000 toneladas de CO2. En 2020, se ahorraron casi 3.000 toneladas de CO2 gracias a la refabricación de más de 40.000 piezas, con la meta de duplicar estas cifras de cara a 2025. Esta es otra de las acciones que está llevando a cabo la firma a nivel mundial para reducir el impacto medioambiental, la de aumentar significativamente la proporción de materiales reciclados y ecológicos en sus vehículos. En España, la compañía optó por dejar de usar plásticos en los talleres, con lo que se dejaron de utilizar siete toneladas anuales de este material, en una medida que se adoptó en el mercado español y que se expandió al resto de Europa.
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