Si hay un negocio que se beneficia directamente del mayor número de coches eléctricos puestos en circulación ese es el de los cargadores. Sin entrar en detalles sobre la infraestructura pública, todavía lejos de las previsiones gubernamentales en nuestro territorio, empresas de ámbito privado como Wallbox se encuentran ciertamente en bonanza.
Así lo acaba de anunciar la empresa española en una conferencia de prensa virtual a la que El Periódico de la Energía ha asistido confirmando que en 2022 sus ingresos ascendieron a nada menos 147 millones de euros lo que supone un crecimiento de más del doble comparado con el 2021, donde facturó 72 millones. El punto determinante de este subidón ha sido, sin duda, la venta de 230.000 cargadores en todo el mundo, delas cuales, la inmensa mayoría van destinadas a operadores, fabricantes y sector particular o privado dejando como “residuales” las contrataciones públicas.
Para hacer frente a tal demanda, la compañía catalana inauguró dos nuevas plantas, una en Barcelona y otra en Estados Unidos, más concretamente en Arlington (Texas), donde se producen los cargadores eléctricos de la compañía para el mercado norteamericano, atendiendo a diferentes segmentos, como la carga residencial, la carga bidireccional y la carga hiperrápida en estaciones de recarga en autopistas. Tanto es así que el crecimiento en dicho país ha pasado del 7% en 2021 a nada menos que el 25% en este 2022.
Igualmente, anunció alianzas estratégicas con empresas como Nissan, Fisker, Uber, BestBuy, y Lyft para proporcionar cargadores y servicios de instalación a sus clientes. Sin embargo, el propio CEO de la empresa, Enric Asunción aseguró que “a corto plazo no tenemos previsto adquirir otras empresas de menor renombre”.
Mejora en 2023
Sin embargo, pese a estos buenos datos, el propio Asunción ha lamentado que durante 2022 las “entregas de vehículos eléctricos en Europa se vieran afectadas por múltiples factores económicos y geopolíticos” añadiendo que “el entorno a corto plazo sigue siendo complejo” pues la industria sigue revisando sus pronósticos de ventas de coches eléctricos a la baja. En lo que les toca a ellos, el pasado 19 de enero la empresa anunció el despido cerca del 15% de su plantilla, actualmente de 1.400 personas, en el marco de un programa de reducción de costes aunque finalmente han llegado al acuerdo de reducir los despidos a 92 en la propia compañía y a 4 en electromaps.
Sus pérdidas también se han visto incrementadas dado el frenazo de sus operaciones pues como asegura el propio Asunción “nuestros resultados estuvieron ligeramente por debajo del rango esperado”. En concreto pese a ingresar 37,5 millones de euros en el último trimestre**, esto supuso una pérdida de 2 millones frente a las previsiones**. Además, el ebitda ajustado registrado fue de 86,3 millones negativos, frente a los 35,3 millones de 2021, mientras que el margen bruto fue del 40,5%. Respecto a las previsiones para el 2023 Wallbox estima que sus ingresos se sitúen entre los 240 y los 290 millones de euros, lo que significaría crecer entre el 60% y el 100% con un margen bruto de cerca del 38%. Para el primer trimestre, la empresa prevé que los ingresos se sitúen en torno a los 35 y 40 millones de euros mientras que para el último trimestre “conseguir estar en ebitda positivo y así poder estar bien posicionados en cuanto empiece la expansión masiva de la infraestructura de carga en 2024, focalizando optimizar nuestro negocio, conservando caja y siendo rentables”, ha matizado el propio CEO.
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