Wallbox cerró el segundo trimestre del año con unas pérdidas operativas de 31 millones de euros, un 29,5% menos que los 44 millones registradas en el mismo periodo de 2022, según ha informado en un comunicado este miércoles.
Por otro lado, la empresa registró en el segundo trimestre unos ingresos de 33 millones de euros, un 16,5% menos que en el mismo periodo de 2022 e inferior a los 35,1 millones del primer trimestre de este año, y un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 21,2 millones negativos, frente a los 20,64 millones negativos del mismo periodo de 2022.
La empresa ha señalado que la facturación ha tenido un impacto de 1,8 millones debido a devoluciones y ha señalado que "continúa su plan de reducción de costes", con un descenso de 12,3 millones de euros de los gastos operativos.
Durante el periodo, Wallbox ha cerrado una ampliación de capital de 56 millones de euros y la posición de caja a 30 de junio era de 111 millones.
La compañía ha destacado que las ventas en Estados Unidos aumentaron un 67% interanual y que entregó 350 unidades del cargador Supernova, un 700% más, y que registró un "récord" de cargadores AC entregados por distribuidores e instaladores, con un 18% más que un año atrás.
La rentabilidad en Wallbox
El consejero delegado de la empresa, Enric Asunción, ha destacado la "resistencia" del negocio a pesar de los retos a los que ha hecho frente la empresa en el segundo trimestre del año.
Ha subrayado que el programa de reestructuración de costes anunciado por la empresa "está permitiendo un apalancamiento operativo significativo en todo el negocio".
En una rueda de prensa este miércoles junto al director financiero, Jordi Lainz, Asunción ha dicho que el foco principal de la empresa es "ser rentables" y que la reducción de costes alcanzada hasta el momento en el marco del plan de reducción de costes está en línea con el objetivo de 50 millones a final de año.
"Lo que estamos haciendo es enfocarnos en los que podemos controlar", ha explicado, y ha detallado que los retos actuales para la empresa proceden de la debilidad en las entregas de vehículos eléctricos, el aumento de los tipos de interés y la intermitencia de las subvenciones a vehículos eléctricos.
Ha descartado dar "una guía explícita" de los resultados previstos a cierre de año, después de que en el segundo trimestre hayan estado por debajo de los entre 43 y 45 millones previstos entre abril y junio por el enfoque en la rentabilidad, la reducción de costes y mantener la posición de caja.
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