2023 será un año clave para la captura y el almacenamiento de carbono

La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) no es un concepto nuevo: los proyectos a escala industrial existen desde hace más de medio siglo. Pero está ganando ritmo. La cartera de proyectos de CCUS global ha aumentado en más del 50 % a lo largo de 2022 y los anuncios realizados en todos los sectores muestran un impulso increíble. Pero se necesita más para que las empresas y los países alcancen sus objetivos de cero emisiones netas.

Según los datos de Wood Mackenzie, la cartera mundial de CCUS está creciendo rápidamente. 166 Mtpa de capacidad potencial de almacenamiento de CO2 entrarán en desarrollo a lo largo de 2023, a través de una combinación de proyectos independientes y centros más grandes. Sin embargo, solo 98 Mtpa de capacidad de captura apuntan a una decisión final de inversión (FID), lo que representa una brecha significativa entre captura y almacenamiento.

Los grandes hubs avanzan hacia la FID, pero los emisores tardan en responder. “En 2023 se pasará de los anuncios a la acción, y nuestra visión de riesgo prevé que hasta 90 proyectos alcancen la FID en los ámbitos de la captura, el transporte y el almacenamiento. Esperamos que los emisores se registren una vez que se establezcan los centros, aunque muchos proyectos no estarán en línea hasta el final de la década”, dicen los analistas de la consultora Alana Tischuk y Scott Norlin.

Norteamérica, los primeros

Desde el punto de vista geográfico, Norteamérica dominará el mercado por número de proyectos individuales, aunque los proyectos que alcancen la FID son pequeños. Por ejemplo, el grupo Summit Carbon Solutions cuenta con 33 instalaciones emisoras, lo que representa tan sólo 8 Mtpa de capacidad de captura.

En Europa, los grandes centros de interés son Porthos, Polaris, HyNet North West y East Coast Cluster. “Si todos estos proyectos avanzan, supondrán un importante paso adelante en comparación con la actual capacidad mundial de captura, que ronda los 50 Mtpa”, dicen los analistas de Wood Mackenzie.

En su opinión, el mayor apoyo a las políticas impulsará el crecimiento de CCUS. “La política gubernamental juega un papel importante en la economía del proyecto CCUS. En algunos casos, ha proporcionado más del 50 % del gasto para poner en marcha los proyectos. Esto continuará en 2023 y se expandirá a nuevas regiones”.

Asia

Asia verá un mayor impulso político, por ejemplo, habiéndose rezagado anteriormente con respecto a otras regiones. Malasia e Indonesia finalizarán las regulaciones e incentivos para CCUS, centrándose primero en la descarbonización de la producción de gas natural. India y Japón avanzarán en sus respectivas hojas de ruta de CCUS. Finalmente, se espera que Tailandia y China avancen en su marco de financiación.

En EEUU, los movimientos políticos positivos realizados en 2022, entre ellos la histórica Ley de Reducción de la Inflación, permitirán a las empresas avanzar en proyectos en 2023.

En cualquier caso, en Wood Mackenzie esperan una ráfaga de fusiones y adquisiciones a medida que las empresas construyan posiciones en los centros CCUS más aventajados. A la vista de los proyectos que avanzan, la flexibilización de políticas y regulaciones y los objetivos cada vez mayores de empresas y países netos cero, “creemos que el escenario está listo para más acuerdos con posiciones de CCUS en su centro. La ubicación es clave en la eliminación de carbono, y las empresas querrán construir posiciones en los centros CCUS más ventajosos. Pero hacer esto orgánicamente lleva años y equipos de desarrollo dedicados”, dice Norlin

Ante este panorama, los analistas de Woodmac esperan ver una ráfaga de fusiones y adquisiciones en 2023 ya que las empresas buscan ser las primeras en llegar a nuevas ubicaciones geográficas. Las operaciones realizadas hasta la fecha, como Chevron-Talos-Carbonvert en el Golfo de México estadounidense y E.ON-Horisont Energi en Europa, son un indicio de lo que está por venir.

Fuente: Wood Mackenzie