Las acciones de EiDF han proseguido este miércoles en caída libre en Bolsa y han abierto con un descenso del 8,2%, hasta situarse en 3,58 euros por título.
No obstante, a las 9.31 horas, las acciones del grupo especializado en autoconsumo fotovoltaico moderaban su retroceso al 5,64%, hasta los 3,68 euros por título.
Tomando este último precio, los títulos de EiDF acumulan un desplome del 87,6% desde su vuelta al parqué el pasado lunes, cuando se levantó la suspensión que pesaba sobre la compañía desde hace casi cuatro meses y medio.
En el momento de su suspensión, el pasado 14 de abril, los títulos de EiDF cotizaban a 29,76 euros.
De esta manera, el grupo fundado por Fernando Romero, que cotiza en el BME Growth, ha visto evaporarse un 86,9% de su capitalización -casi 1.496 millones de euros-, al pasar de los 1.721,5 millones de euros que valía cuando fue suspendida de cotización a un valor actual de 225,6 millones.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) acordó la semana pasada levantar la suspensión cautelar que pesaba sobre la compañía. La decisión del supervisor de permitir su vuelta al mercado se produjo tras ponerse a disposición del público información suficiente respecto a las circunstancias que aconsejaron la adopción del acuerdo de suspensión.
Dicha información incluye las comunicaciones de información privilegiada realizada desde la fecha de la suspensión por la propia sociedad y el requerimiento adicional de la CNMV.
La información de EiDF
El supervisor acusó a EiDF Solar de no haber dado al mercado una información completa, omitiendo el resumen ejecutivo del informe forensic realizado por Deloitte, y de haber llevado a cabo "omisiones muy relevantes".
El pasado jueves, la CNMV hizo público un requerimiento que remitió a la compañía el pasado 21 de agosto en el que le comunicaba que la información que presentó la empresa en su momento, con sus cuentas reformuladas después de más de cuatro meses suspendida de cotización, era incompleta y podía "inducir a confusión al público".
En este escrito, el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura advertía a la empresa dirigida por Fernando Romero de que el informe forensic de Deloitte incluía un relato de hechos y evidencias "de gran trascendencia" para los accionistas de EiDF.
De ellos, destacaba las evidencias de "posible falseamiento de documentos por parte de la compañía, dada su especial relevancia". En relación con ello, añadía que PwC, el auditor de las cuentas del grupo, había tenido en cuenta este forensic en su trabajo, "que se ha materializado entre otros aspectos, en una limitación al alcance de su opinión de auditoría, dadas las debilidades de control interno identificadas en el forensic en estas materias".
Hace dos semanas, EiDF presentó sus cuentas reformuladas correspondientes al ejercicio 2022. El grupo, debido a las discrepancias con PwC, no pudo presentar sus cuentas del pasado ejercicio dentro del plazo legal, que expiraba a finales de ese mes de abril, y contrató, posteriormente, los servicios de Deloitte para llevar a cabo "una investigación tendente a analizar y a recabar evidencias relativas a incidencias y/o discrepancias" mantenidas con PwC en el proceso de auditoría de sus cuentas del año pasado.
Tras la presentación de estas cuentas, la CNMV apremió, en un escrito de requerimiento, a EiDF para que, "lo antes posible" y no más tarde de las 8.00 horas del pasado 24 de agosto, publicara la información adicional solicitada y el contenido íntegro del resumen ejecutivo del informe forensic.
La compañía no atendió la petición de la CNMV en plazo, por lo que el supervisor procedió a realizar un requerimiento de información adicional.
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