TotalEnergies firmó este viernes un acuerdo salarial con dos sindicatos para el fin de los paros en refinerías y depósitos de carburante en Francia pero que no cuenta con el visto bueno de la CGT, la central que lidera las protestas.
En un comunicado, el gigante francés de hidrocarburos explicó que el compromiso ha sido rubricado por la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT) y con la Confederación General de Cuadros (CFE-CGC) y, teniendo en cuenta que los dos suponen en torno al 56 % de la representación de los trabajadores en la empresa, es "un acuerdo mayoritario".
Los términos con TotalEnergies
Sobre esas bases, la compañía pidió "el fin de la huelga en el conjunto de las instalaciones".
Algo que de momento no ha ocurrido, puesto que la Confederación General del Trabajo (CGT) considera insuficiente el pacto de las otras centrales, y las asambleas de trabajadores que se han celebrado por la mañana han decidido continuar con los paros.
El acuerdo, según los términos presentados por TotalEnergies, prevé un aumento salarial general del 5 % para los obreros y técnicos, con un mínimo de 2.000 euros al mes para las remuneraciones más bajas, y un incremento de un 3,5 % para los empleados con estatuto superior, que tendrán un alza mínima de 2.000 euros.
Globalmente el incremento salarial para 2023 será del 7 %, destacó la empresa.
La CGT estima, por su parte, que esa propuesta se queda lejos de sus exigencias de una subida general de salarios del 10 % que compense la pérdida de poder adquisitivo por el tirón de la inflación, pero también una participación de los trabajadores en los beneficios excepcionales que está consiguiendo TotalEnergies.
Las mobilizaciones
El acuerdo, en cualquier caso, al tener ese carácter de "mayoritario" abre la puerta para que el Gobierno recurra a movilizaciones forzadas de personal para la vuelta a la actividad, como ya lo ha hecho con ExxonMobil.
Para el Ejecutivo del presidente, Emmanuel Macron, cada vez es más urgente salir de esta crisis que ha dejado sin abastecimiento de carburante en torno al 30 % de las gasolineras del país y obliga en muchos casos a los conductores a hacer largas colas para repostar.
El pasado miércoles, Macron dijo que esperaba la vuelta a la normalidad durante la semana próxima.
La CGT, con otros sindicatos, tiene intención de extender la protesta para reclamar aumentos de salarios con una convocatoria de huelga en todos los sectores de la economía francesa, incluidas las administraciones públicas, el próximo martes con posibilidad de que se prolongue a los días siguientes.
Antes de eso, La Francia Insumisa, principal partido de la oposición de izquierdas, organiza el domingo una manifestación nacional en París para exigir medidas al Gobierno contra la pérdida de poder adquisitivo por la inflación.
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