El ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, anunció hoy la permanencia en la red durante 15 meses más, hasta marzo de 2024, de dos centrales de lignito del consorcio de suministro energético RWE con el fin de garantizar el suministro de energía este invierno.
En contrapartida, el abandono del lignito en la zona minera de Renania del Norte-Westfalia se adelantará ocho años, de 2038 a 2030, agregó durante una rueda de prensa conjunta con la ministra de Economía de ese estado federado, Mona Neubauer, y el consejero delegado de RWE, Markus Krebber.
Habeck recordó que las dos centrales de lignito, cada una con una potencia de 600 megavatios, debían quedar desconectadas de la red a finales de año.
No obstante, se ha acordado prolongar la vida de estas dos centrales hasta finales de marzo de 2024 "por la necesidad de garantizar la seguridad del suministro energético debido al corte del abastecimiento con gas ruso y también la falta de disponibilidad de los reactores franceses", indicó.
El lignito para Alemania
En tanto, el adelanto de la salida del carbón de 2038 a 2030 afectará a tres centrales de mil megavatios, lo cual permitirá, además, reducir las emisiones de CO2 en 280 millones de toneladas, precisó.
Al mismo tiempo es necesario garantizar la seguridad del suministro energético para 2030 y más allá, agregó, por lo que se abrirá una licitación para centrales eléctricas de gas e hidrógeno -es decir, plantas de gas que pasen cuanto antes a ser alimentadas por hidrógeno-, en la que también participara RWE, explicó.
Agregó que, aunque en estos momentos toda la atención se centra en la crisis energética, "el calentamiento global es la crisis estructural de nuestro tiempo, impulsada por las energías fósiles" y en ese sentido se mostró "muy satisfecho" con la solución alcanzada.
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