Este sábado a las 10:00 horas, miles de personas se reunirán frente al Ayuntamiento de Almaraz en una manifestación convocada por la Plataforma “Sí a Almaraz” para pedir la continuidad de la central nuclear de la localidad. Según Fernando Sánchez, portavoz del movimiento, se espera una asistencia de hasta 10.000 personas, incluyendo participantes de localidades cercanas y grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
El evento busca visibilizar el rechazo al cierre programado de la planta, cuya decisión consideran perjudicial tanto para Extremadura como para España. “Este cierre implicaría consecuencias devastadoras para la región en términos de empleo, economía y reindustrialización. Además, afectaría al 7% de la generación eléctrica del país”, afirmó Sánchez en entrevista con El Periódico de la Energía.
La central nuclear de Almaraz ha sido un pilar económico y energético para Extremadura, generando el 55% de la electricidad sin emisiones de CO2. Su cierre, previsto en los próximos años como parte de los planes de transición energética, ha encendido las alarmas en la comarca y en sectores técnicos.
Preocupación
Sánchez explicó que la plataforma nació de la preocupación de trabajadores y ciudadanos que ven peligrar su futuro. “Si Extremadura ya enfrenta dificultades con el empleo y la despoblación, cerrar la central será un golpe irreversible. No solo perderemos empleos directos e indirectos, sino también la estabilidad energética que atrae industrias”, señaló.
“Nuestra economía depende del empleo generado por la central. Comercios, peluquerías y otros servicios indirectos desaparecerán si el cierre se concreta. La mayoría de nuestros jóvenes se irá, agravando el reto demográfico”, advirtió el que es también alcalde de Belvís de Monroy.
Este fenómeno no solo afectará a la región, sino también al suministro eléctrico nacional. La central contribuye con el 7% de la energía de España, una cifra difícil de reemplazar a corto plazo, según diferentes técnicos y expertos consultados.
Transición energética
El cierre de la central se enmarca en la transición energética del país, que busca reducir las emisiones de CO2 y aumentar el uso de renovables. Sin embargo, el que también es técnico en protección radiológica asegura que la planta opera con estándares ambientales seguros: “las mediciones en la comarca reflejan niveles de radiación muy bajos, incluso inferiores a los de áreas no nucleares, gracias a controles exhaustivos y la composición granítica del suelo”.
Sánchez subrayó que la experiencia reciente de Europa con la pandemia y la guerra en Ucrania demuestra la importancia de contar con fuentes de energía estables y fiables. “No estamos en contra de las renovables, pero cerrar Almaraz antes de tener alternativas viables es un error que afectará a toda España”, afirmó.
La plataforma es consciente de que la decisión del cierre parece ya tomada, pero no pierde la esperanza. “Sabemos que hay acuerdos firmados, pero queremos hacer visible el impacto que esto tendrá. Creemos que un consenso entre el gobierno y las empresas aún es posible”, concluyó Sánchez.
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