El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado hoy la Estrategia Energética de Andalucía 2020, que entre otros objetivos establece que un 25% del consumo total de energía en Andalucía sea renovable en el año 2020.
El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, que ha destacado en conferencia de prensa que el documento ha sido consensuado con los agentes sociales y económicos, ha explicado que otros de los objetivos es alcanzar en 2020 la reducción en un 25% del consumo de energía primaria, pese a que el objetivo establecido por la UE es del 20 %.
Maldonado ha resaltado que las energías renovables en Andalucía han pasado a multiplicar por cuatro su valor absoluto y que se ha conseguido un "sustancial ahorro" de energía primaria, cifrado en un 5,1%.
La Estrategia Energética de Andalucía 2020 establece las bases de la política de la Junta en ahorro y eficiencia, fomento de las renovables y desarrollo de infraestructuras.
El documento plantea, entre otros objetivos, aportar con fuentes renovables el 25% del consumo final bruto (actualmente 19,5%) y reducir en un 30% las emisiones de CO2 asociadas respecto a los niveles previos a la crisis económica.
Otros objetivos previstos son reducir en un 25% el consumo tendencial de energía primaria hasta 2020; autoconsumir el 5% de la energía eléctrica generada con fuentes renovables (actualmente 0,4%) y mejorar en un 15% la calidad del suministro.
La nueva planificación pone de manifiesto que la comunidad andaluza dispone de los recursos necesarios y del tejido empresarial para alcanzar, e incluso superar, los fines de la Estrategia Europa 2020 en materia energética, vinculantes para los estados miembros pero no para las regiones que los conforman.
El consejero ha incidido en que los dos primeros objetivos superan los marcados por la Unión Europea en cinco puntos porcentuales y el tercero en diez.
El objetivo del autoconsumo mediante renovables responde al compromiso de la Junta de extender el potencial de la generación distribuida, facilitando el papel activo de sus ciudadanos.
El documento aprobado se divide en cinco programas para contribuir a un uso eficiente e inteligente de la energía, dirigidos a priorizar el uso de los recursos autóctonos sostenibles y el autoconsumo; situar a los sectores de las renovables y del ahorro como motores de la economía andaluza y garantizar la calidad del suministro impulsando la transición de las infraestructuras hacia un modelo inteligente, descentralizado e integrado en el paisaje.
El resto de los programas se centran en actuar desde la demanda para hacer al ciudadano protagonista del sistema energético, y optimizar el consumo en la Administración de la Junta, mejorando la eficiencia de sus instalaciones e incorporando criterios de ahorro.
La financiación de la estrategia, cuyas actuaciones se concretarán a través de planes de acción, dependerá en gran parte de los fondos estructurales europeos, según ha detallado Maldonado.
No obstante, ya se ha cuantificado la previsión para el programa de Energía Inteligente, que tendrá una dotación mínima de 400 millones de euros a través de la línea de desarrollo energético sostenible y movilidad del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
La planificación para 2020 permitirá, según el consejero, consolidar el tejido empresarial e industrial vinculado al sector energético -en su mayor parte pequeñas y medianas empresas- y fortalecerá las políticas de construcción sostenible, rehabilitación de edificios, gestión energética en empresas, autoconsumo y gestión de la demanda por parte de los consumidores.
Andalucía contabiliza actualmente más de 6.500 empresas vinculadas a la energía, de las que casi 1.500 desarrollan su actividad en el ámbito de las renovables, y el empleo asociado supera los 110.000 puestos, el 41% directos.
El 38,8% de toda la potencia eléctrica proviene hoy de fuentes limpias como el sol, el viento y la biomasa, que también suponen el 40,4% de la electricidad que consumen los andaluces.
En relación con el consumo de energía primaria, su aportación representa el 20,1% (5,5 % puntos por encima de la media española), con lo que se ha contribuido a reducir en un 43% las emisiones de dióxido de carbono por cada unidad de generación eléctrica producida en los catorce primeros años.
Andalucía está a la cabeza de España en las energías solar térmica de baja temperatura, termosolar y biomasa, así como en capacidad de producción de biocarburantes, y también destaca en fotovoltaica (segundo puesto) y eólica (cuarto).
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