Nadie había dicho que fuera a ser fácil. El proceso de due dilligence para la compra de los activos de E.ON en España ha sido bastante más complejo de lo que preveían tanto los ofertantes como la propia alemana.
El pasado julio, E.ON ordenó al Citi repartir los cuadernos de venta de los activos de la filial española. La salida de E.ON de un mercado como el español sobresaltó en el sector porque era inesperado, aunque con la regulación en la mano, a la alemana no le salen las cuentas. Por eso quiere irse. España ya no es_ core business_ para E.ON.
La alemana se decidió por abrir el proceso de venta a todos los que quisieran participar. Una subasta al fin y al cabo. El objetivo intentar sacar la mayor tajada en la venta y recuperar el mayor dinero posible con la operación.
No tardaron en salirle novias. Incluso antes de que se abriera el proceso, los nombres de varios de los pujantes ya salieron a la palestra. Si es un proceso totalmente confidencial ¿cómo salen a la luz tantos nombres? ¿había interés por inflar el precio? Eso nunca lo sabremos, son cosas del mercado y de las filtraciones a la prensa.
Saltaron nombres como EDP y Villar Mir Energía, más varios fondos de inversión y de infraestructuras como KKR, Blackstone, Brookfield, Riverstone o JP Morgan. La operación estaba en marcha. A los pocos días, el ministro Soria especula con la venta y deja caer que le gustaría que se la quedara una empresa española.
El proceso de venta continúa y los libros de E.ON España llegan a más manos. Justamente compañías nacionales como Endesa, Gas Natural Fenosa o Acciona, según relató la prensa.
El 11 de agosto era la fecha prevista para presentarse oficialmente al proceso de due dilligence. Hasta ahora solo había que mostrar interés por la operación. Un día después se conocían los nombres de los pujantes. Insisto, es un proceso totalmente confidencial.
A los ya conocidos de EDP y Villar Mir se unen las tres empresas anteriormente mencionadas, más los fondos de inversión. Cerca de una decena de interesados. Y entonces empieza la subasta. Las primeras ofertas que llegan al Citi no son del todo las esperadas. Hablamos de ofertas no vinculantes, de hasta dónde estaría dispuesto a llegar una compañía. Incluso la alemana se piensa dos veces tirar para atrás el proceso de due dilligence y negociar en privado con algunos de los demandantes. Finalmente continúa el proceso.
Y llega el primer corte. Se quedan en el camino EDP y Acciona por el simple hecho de haber realizado las ofertas económicas más bajas. Sorprendió en el mercado que EDP no pujara fuerte por unos activos que reforzarían la posición de la portuguesa en la zona norte. Hubiese juntado las antiguas Hidrocantábrico con Viesgo. Incluso la propia E.ON se quedó un poco molesta con la pequeña oferta de EDP, una de las primeras opciones para la alemana. Solo hay que ver que fue el primer nombre en salir a la palestra.
Con todo ello, el proceso continúa y se mantienen Villar Mir, Endesa, Gas Natural Fenosa, CVC y el fondo australiano Macquarie, según la prensa económica. Hay que decir que las empresas no habían abierto la boca oficialmente. Pero el proceso se conocía y en E.ON no daban crédito a tanta filtración. Tanto que desde Alemania se llegó a telefonear a algunos de los pujantes para confirmar que el proceso es confidencial, según fuentes cercanas a la operación.
E.ON siempre ha querido vender todos los activos en un mismo paquete, pero tras ver que el interés de los demandantes no iba por esos derroteros, animó a varias de ellas a que formalizasen un consorcio por el que pujar por todo. Es el caso por ejemplo de Gas Natural Fenosa o de Villar Mir.
Según fuentes cercanas a la operación, Gas Natural Fenosa va de la mano con Morgan Stanley, mientras que Villar Mir con el fondo australiano First State Investments. Por su parte Endesa continúa sola al igual que los otros fondos.
Fuentes cercanas a la operación aseguran que las ofertas realizadas podrían sufrir cambios de última hora. Se ha cumplido con la fecha del 3 de noviembre para presentarlas pero podría haber pequeñas modificaciones. Para ello, las empresas pujantes podrían retocar o repensar sus ofertas.
Con estos datos se puede concluir que ninguna de las dos grandes eléctricas estarían interesados por todo el paquete por lo que E.ON podría abrir la posibilidad de vender los activos por separado, aunque las fuentes insisten que la preferencia es vender todo. Este diario se ha puesto en contacto con Endesa y Gas Natural Fenosa y ambas compañías no han querido hacer ningún comentario al respecto.
Ahora se entra en la recta final del proceso. La pelota está en el tejado de la alemana que tendrá que decidir con qué oferta se queda. El proceso, aseguran las fuentes, ha dado muchas vueltas en estos casi tres meses, y lo que empezó con una puja podría acabar siendo un reparto de activos y al final todos tan contentos, siempre y cuando a E.ON le convenzan las ofertas económicas.
Eso sí, lo que es seguro es que el sector eléctrico español se queda cojo. E.ON está cada vez más cerca de decir adiós a España.
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