La empresa Viesgo ha realizado con éxito la voladura de la torre de refrigeración de la central eléctrica de Puertollano, que lleva parada desde el 2013, y cuya demolición forma parte de los trabajos de desmantelamiento que está realizando la empresa.
La torre de refrigeración, que tenía una altura de 122,5 metros y una anchura de casi 90 metros en algunos tramos, ha caído en una fase única que ha durado apenas tres segundos, para la que se han utilizado cargas muy pequeñas de explosivos que han colapsado puntos críticos de su estructura, informa la empresa.
Ni los vecinos ni los edificios de Puertollano, cuyo núcleo urbano se encuentra a más de 4 kilómetros de la central, han sufrido ninguna disrupción con ocasión de la voladura.
Con carácter previo a la misma, las instalaciones y equipos de superficie que se encontraban en las cercanías de la torre fueron desmontados temporalmente o protegidos, una medida extensiva también a los árboles y plantas del entorno inmediato.
Además, se colocó un perímetro de seguridad que se extendió hasta los 300 metros alrededor de la instalación y en todo momento se ha contado con la colaboración y la coordinación de las autoridades locales.
La compañía eléctrica concluye así otro de los hitos enmarcados en los trabajos de desmantelamiento que está llevando a cabo en la central con el objetivo de ponerla en seguridad y que está previsto que concluya a mediados del próximo año.
La decisión de la voladura de la torre de la central, que ya ha agotado su vida útil y que, además, no puede ser aprovechada para sustentar la actividad de otro tipo de central, obedece a motivos de seguridad.
El presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, ha celebrado "el perfecto desarrollo de la voladura, que ha cumplido los requisitos irrenunciables de desarrollarse de forma segura y con el menor impacto posible para los habitantes de Puertollano" y ha agradecido a las autoridades locales "su magnífica disposición para hacer que haya sido un éxito".
Antoñanzas ha querido agradecer asimismo "el tesón, esfuerzo y profesionalidad de las personas que han trabajado en la central durante sus 42 años en funcionamiento, en que se han producido 39.467 Gwh equivalentes a 228.659 horas de funcionamiento, que han realizado una gran contribución a la seguridad de suministro del sistema eléctrico español".
La voladura de la torre de refrigeración corrió a cargo de la empresa española Control Demeter, de larga trayectoria en este ámbito de actividad.
Entre sus realizaciones más recientes se encuentra la demolición de la fábrica Campofrío en Burgos o la del antiguo estadio de fútbol del R.C.D. Espanyol en Barcelona.
En las inmediaciones del entorno de seguridad de la central cientos de vecinos de Puertollano, apostados desde diferentes puntos del término municipal desde donde se podía divisar la torre, inmortalizaron con sus cámaras el momento de la voladura.
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