Enagás, compañía energética y Gestor Técnico del Sistema Gasista de España, puso en marcha el pasado 2023 un ambicioso plan de electrificación de turbocompresores en estaciones de compresión y almacenamiento subterráneos, que forma parte de su estrategia para alcanzar la neutralidad en carbono en 2040. Dentro de este plan, tal y como sale reflejado en el Informe Anual de Enagás de 2023, prevé la transformación de 14 turbocompresores de gas a eléctricos entre 2023 y 2031.
En el marco de este plan, Enagás ha comenzado con la implementación de los dos primeros motores eléctricos en 2023, instalados en las estaciones de compresión de Almendralejo y Coreses. Este hito marca el inicio de una serie de transformaciones que se extenderán a lo largo de la próxima década. La transición a motores eléctricos no solo contribuye a la reducción de emisiones de CO2, sino que también mejora la eficiencia operativa y reduce los costos de mantenimiento a largo plazo.
Las siguientes en la lista de Enagás para transicionar de gas a electricidad —por ser las que más avanzadas se encuentran en sus estudios preliminares—, siguiendo la hoja de ruta establecida en el plan de electrificación, serán las estaciones de compresión de Almodóvar y Alcázar, en Ciudad Real. El informe de impacto ambiental de ambas está ya siendo estudiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Las demás instalaciones, según han señalado fuentes cercanas a la compañía a este medio, también avanzan pero se encuentran en un período muy previo, de análisis.
Instalaciones
Según detalla la compañía, la selección de las instalaciones para este proyecto se ha basado en varios criterios estratégicos: priorizar las instalaciones con mayor intensidad de operación y, por ende, mayores emisiones de CO2, maximizar la utilización de la vida útil retributiva de las instalaciones, sincronizar las intervenciones con los períodos de mantenimiento necesarios para minimizar los costos, actuar sobre instalaciones con restricciones operativas o límites de emisión de NOX que pudieran comprometer su funcionamiento y disponer de instalaciones preparadas para la integración del hidrógeno, ubicadas en los ejes principales del Sistema Gasista.
Este enfoque asegura que las intervenciones no solo sean efectivas en términos de reducción de emisiones, sino también sostenibles y eficientes desde una perspectiva económica y operativa.
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