Australia está a punto de vivir un 'boom' de grandes baterías

Australia podría estar a punto de experimentar un auge de baterías a gran escala, impulsado por la alta volatilidad sostenida del mercado eléctrico, las políticas gubernamentales que apoyan las baterías y el cierre previsto de centrales de carbón. La adopción de baterías a gran escala en Australia podría multiplicarse por ocho, alcanzando los 18 GW en 2035 desde los 2,3 gigavatios en 2024, según un nuevo informe publicado por la empresa de investigación BloombergNEF (BNEF).

Según la Actualización sobre Almacenamiento de Energía en Australia 2025 de BNEF, casi el 70 % de la flota de carbón, dominante desde hace tiempo en Australia, podría retirarse del mercado para 2035, debido a su antigüedad y a las dificultades económicas derivadas de la mayor competencia de las energías renovables de menor costo. Por consiguiente, las baterías podrían ser cruciales para facilitar una transición ordenada del carbón a alternativas más limpias.

El rápido auge de las energías renovables en el Mercado Eléctrico Nacional (NEM) de Australia significa que la capacidad energética flexible es ahora más valiosa que nunca. Un parque de activos eólicos y solares en constante crecimiento, en particular los sistemas solares a pequeña escala, reduce los precios mayoristas de la energía cuando generan en abundancia; por el contrario, los generadores despachables más caros, como el carbón y el gas, incrementan su producción e impulsan los precios spot cuando la producción eólica y solar es baja. Ya se han vendido suficientes sistemas solares a pequeña escala en Australia para cubrir uno de cada tres tejados, una tasa de adopción líder a nivel mundial.

Como resultado, la exacerbada volatilidad intradía ha creado oportunidades lucrativas para que las baterías arbitren el precio spot mayorista, cargando cuando los precios son bajos y descargando cuando suben. Las baterías a gran escala en el NEM obtuvieron 165,4 millones de dólares australianos en ingresos por arbitraje en 2024, un récord histórico y más del triple de los ingresos obtenidos en 2023.

El actual gobierno federal de Australia también ha buscado incentivar la adopción de baterías a través de su Plan de Inversión en Capacidad (CIS), una serie de licitaciones celebradas cada seis meses entre 2024 y 2027 para asegurar 23 gigavatios de nueva capacidad renovable y 9 gigavatios de nueva capacidad de almacenamiento limpio para 2030. Este plan ofrece contratos de suscripción a largo plazo con un mínimo y un máximo de ingresos acordados para los solicitantes seleccionados.

Apoyo gubernamental

Hasta la fecha, al menos 3,9 gigavatios de capacidad de baterías han recibido algún tipo de apoyo para la suscripción de ingresos por parte de los gobiernos federales o estatales de Australia. Sin embargo, el futuro de programas gubernamentales como el CIS podría depender de los resultados de las próximas elecciones federales, previstas para mayo de 2025.

“Se espera que las baterías desempeñen un papel fundamental en los mercados energéticos australianos, independientemente del resultado de las elecciones federales”, afirmó Sahaj Sood, asociado sénior de BNEF Australia y autor del informe. “Las elecciones se perfilan como un referéndum sobre la trayectoria de Australia hacia un sector energético con bajas emisiones de carbono. Una victoria del Partido Laborista en el poder implicaría un apoyo continuo a las energías renovables y a las baterías para integrarlas. Una victoria de la Coalición implicaría un cambio de enfoque hacia la energía nuclear, un potencial salvavidas para parte del envejecido parque de carbón del país. En cualquier caso, se necesitarán baterías para equilibrar la volatilidad de los mercados energéticos australianos, trasladando la energía de períodos de baja demanda y alta oferta a períodos de alta demanda y baja oferta”.