Entre las muchas trabas que tienen, de momento, los vehículos eléctricos, la autonomía es sin duda uno de los más importantes para el usuario. Según el estudio del Observatorio Cetelem, el rango ideal para los conductores españoles está entre los 300 y los más de 500 km. A ello hay que añadir una infraestructura de recarga pública y rápida todavía escasa en nuestro territorio así como a las cada vez más extremas condiciones climatológicas que están apareciendo. En este sentido, es evidente que el recorrido total de un eléctrico se puede llegar a reducir hasta en un 30% con una temperatura ambiente de entre -7 y -1 ºC, dependiendo eso sí del coche.
Pero desde ahora eso podía dejar de ser un problema, al menos si se optase por la batería Phoenix desarrollada recientemente por la start-up china Greater Bay Technology. Porque según ellos dicho paquete de baterías cuenta con nuevos materiales superconductores que no hacen sino mejorar la gestión térmica y en cinco minutos pasar de una temperatura en las celdas de -20 a 25 ºC. De esta forma, la carga y la descarga de la misma son infinitamente más eficientes que las baterías actuales.
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