El Gobierno federal de Bélgica ha pedido al Banco Nacional que busque una fórmula para recuperar parte de los "beneficios caídos del cielo" que han obtenido las centrales nucleares como consecuencia del alto precio del gas y su proyección en el mercado eléctrico.
Según informa este martes el diario Le Soir, para la ministra federal de Energía, la ecologista Tinne Van der Straeten, es "inaceptable" que la empresa nuclear francesa Engie que gestiona el parque atómico belga no contribuya más a las arcas públicas pese a estar aumentando sus beneficios debido al efecto del mercado marginalista.
Los beneficios caídos del cielo de Engie
"Vivimos tiempos excepcionales, y esto requiere medidas y esfuerzos excepcionales", declaró a _Le Soir _la ministra de un Gobierno que ya ha aprobado 3.000 millones de euros en diferentes tipos de ayudas para abaratar la encarecida factura eléctrica.
Engie está gravada en Bélgica con un "impuesto nuclear" que asciende al 38 % de su margen de beneficio, que debería situarse en este ejercicio entre los 530 y los 680 millones de euros, según cálculos de la Comisión Reguladora de Electricidad y Gas, un aumento que multiplica por más de cinco los 99 millones de 2021.
El parque nuclear belga
Ese impuesto se aplica a los cuatro reactores más nuevos del parque nuclear belga, mientras que dos de los tres más antiguos están sometidos a una tasa anual fija de 20 millones de euros y el último a un impuesto del 70 % sobre el beneficio, pero que queda compensado por pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores.
El Gobierno, que busca cómo aumentar las contribuciones fiscales de los reactores, ha pedido un estudio legal a un bufete de abogados de Bruselas que, según Le Soir, concluye que modificar el régimen fiscal sería jurídicamente peligroso, pues Engie podría emprender acciones legales contra el Estado.
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