El primer ministro belga, Alexander de Croo, ha dicho este jueves que no se opone a estudiar la posibilidad de compras conjuntas de gas a nivel europeo si ello puede ayudar a países como España a hacer frente a la volatilidad de los precios de la energía, pero ha dudado de que una medida de estas características fuera a tener un "impacto enorme" en la crisis actual.
"A corto plazo no creo que tenga un impacto enorme pero son cuestiones que hay que investigar de todos modos, porque creemos que la dificultad de los precios elevados estará aún un cierto tiempo y puede volver en el futuro", ha declarado De Croo a la prensa en Bruselas, a su llegada a la cumbre de líderes de la UE.
El liberal flamenco ha dicho "no estar en contra" de la compra de gas conjunta como principio, aunque ha apuntado que la situación entre los Estados miembro es "muy diferente", poniendo como ejemplos contrapuestos la situación en Bélgica, "país enormemente conectado a redes de energía", y España, país que ha definido como "una isla energética".
Por ello, ha reiterado, España es un caso "un poco particular" y no se opone a esta medida "si ello puede ayudar a ciertos países". El primer ministro belga ha considerado positivo que sobre la mesa de los líderes haya "muchas medidas" sobre las que discutir y ha incidido en la importancia de "qué puede ayudar a controlar mejor" los precios.
Los Veintisiete tienen previsto debatir en una de las sesiones del Consejo europeo que arranca este jueves sobre la volatilidad en los mercados energéticos y España aspira a reactivar el proceso de medidas más ambiciosas para hacer frente a la situación, después de que la Comisión Europea circunscribiera la reflexión sobre las iniciativas que reclama España a una reflexión de medio largo plazo.
Para el corto plazo, el Ejecutivo comunitario aboga por priorizar medidas que ya están previstas en el marco europeo, por ejemplo con ayudas directas a hogares y empresas o recortes de tasas e impuestos que representan aproximadamente un tercio de la factura de la electricidad.
España, no obstante, piensa que esta respuesta es insuficiente e intentará que los jefes de Estado y de Gobierno hagan referencia a medidas más ambiciosas, como una plataforma para la compra conjunta de gas para crear una reserva estratégica, una mayor lucha contra la especulación en el mercado de carbono o una revisión del sistema energético europeo para que el gas pierda peso en la fijación de precios.
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