Política energética

Biden gana: EEUU emprende su retorno al Acuerdo de París para liderar la lucha contra el cambio climático

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Joe Biden es el nuevo presidente de Estados Unidos y tendrá por delante una larga y dura tarea para reconducir la primera economía mundial tras el duro castigo de la pandemia. Biden seguirá los pasos de la Unión Europea, pero a su modo 100% norteamericano, y emprenderá un plan de recuperación verde. El objetivo no es otro que poner a EEUU en lo más alto en la lucha contra el cambio climático. ¿Lo conseguirá?

Dentro de unos meses, cuando Biden sea nombrado presidente y entre como presidente en la Casa Blanca, una de las primeras acciones a llevar a cabo por la nueva administración será anunciar el regreso de EEUU al Acuerdo de París. Así lo afirmó Biden el pasado miércoles cuando aún se contaban los votos en algunos estados y aún no se podía saber si había cambio en la presidencia.

Biden fue directo. EEUU regresará si soy presidente. Justo unas horas antes, EEUU acababa de abandonar el tratado parisino, el mayor acuerdo en la lucha contra el cambio climático jamás alcanzado por la humanidad. Trump cumplía su palabra. A día de hoy, EEUU está fuera, pero volverá.

El presidente demócrata quiere que EEUU abandere junto a la UE y China la descarbonización de la economía mundial y muy pronto comenzará a trabajar para dar forma al que será su plan para reducir emisiones de aquí a 2050. La victoria de Biden señala una nueva era de la política federal sobre el clima en los Estados Unidos, ya que hizo campaña para invertir 2 billones de dólares en energía limpia e infraestructura resistente al clima como un pilar fundamental de su programa de recuperación económica y de empleos.

El viernes por la noche, Biden pronunció un discurso diciendo que su victoria le daría "un mandato para la acción sobre COVID, la economía, el cambio climático y el racismo sistémico". El nuevo presidente norteamericano lo tiene claro, pero necesita tener al Senado de su lado, y a día de hoy no está claro. Si finalmente el Senado se decanta por la línea republicana, Biden tendrá problemas para poder llevar a cabo las medidas necesarias para esa descarbonización.

Pero, incluso sin el pleno apoyo del Senado, Biden podría volver a unirse al Acuerdo de París, comprometerse de nuevo con el Fondo Verde para el Clima, impulsar la prohibición mundial de los subsidios a los combustibles fósiles y pedir a otros países que fortalezcan la ambición climática.

Justo a tiempo decía la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera en su cuenta de Twitter.

https://twitter.com/Teresaribera/status/1325119400840634371?s=20

"Mientras la comunidad climática de todo el mundo celebra los resultados de las elecciones de EE.UU., la balanza se inclina aún más hacia un futuro de cero emisiones netas. Damos la bienvenida al regreso de los Estados Unidos a la mesa de los líderes mundiales del clima, que se suman a la Unión Europea, China, el Japón y otros países con una ambición considerable y la promesa de colaborar con otros países en sus transiciones", afirma **Laurence Tubiana, **Directora General de la Fundación Europea del Clima.

A nivel nacional, Biden también podría restablecer y fortalecer los reglamentos ambientales que fueron desmantelados bajo la Administración Trump, exigir la adopción de energía limpia y restringir el desarrollo de combustibles fósiles.

Se espera que el estímulo y la infraestructura sean las primeras prioridades del nuevo Congreso y la nueva administración, lo que ofrece una oportunidad clave para aprobar políticas inocuas para el clima que ayuden simultáneamente a la recuperación económica, para la que existe un fuerte apoyo popular.

Sin ir muy lejos, el estado de Penssylvania, que es el que realmente le ha dado la victoria, es uno de los más fuertes en la industria del fracking. Pero los ciudadanos se han cansado ya de esta polémica técnica extractiva de combustibles fósiles.

En muchos municipios donde hay fracking significativo, los márgenes de Biden mejoraron contra Trump comparado con Hillary Clinton en 2016, y Biden fue capaz de tirar adelante en Pennsylvania - uno de los cinco estados en los que ha conseguido dar un vuelco respecto a los resultados de hace cuatro años.

Sin embargo, el otro gran estado petrolífero de EEUU, Texas, apoyó en masa a Trump. Ahí tiene Biden un problema que debe solucionar y mostrar el camino a la industria petrolífera hacia tecnologías más limpias, iniciar su plan de reconversión como están haciendo otras petroleras a lo largo y ancho del planeta. Acabarán por hacerlo. El camino de la descarbonización es imparable.

"Está claro que Biden ganó en parte gracias a los votantes del clima. Obtuvo importantes donaciones de la comunidad climática y los jóvenes acudieron en cantidades sin precedentes a votar por él. Tiene un fuerte mandato para gobernar en este tema, y dado lo mucho que la campaña se centró en el clima, sé que le dará prioridad", señala Leah Stokes, Profesora Adjunta de la Universidad de California.

Biden tiene que corregir algunas cosas para convencer a esa industria petrolera de que el camino es otro. Pero no será fácil, son millones de estadounidenses que viven de los combustibles fósiles en EEUU y dejar de subvencionar esta industria y no ayudarla en su reconversión podría crear mayores problemas.

Mientras tanto las energías limpias seguirán avanzando, probablemente ahora a mayor ritmo si cabe, sobre todo en grandes proyectos de eólica marina donde Iberdrola tiene previstas grandes inversiones milmillonarias en la costa atlántica del país.

EEUU ha dicho no al negacionismo climático de Trump. Comienza una nueva era, distinta, a la que habrá que seguir de cerca. Ahora tocan hechos, no promesas.

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