El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha sostenido que la industria catalana "no se puede mantener" si las centrales nucleares de Ascó y Vandellós cierran, como está previsto, entre 2030 y 2035.
El 60% de la demanda de Cataluña la cubren las nucleares, y aún así es necesario importar entre un 7% y un 8% debido a que no se produce suficiente energía a nivel local, ha señalado Bogas en un coloquio organizado por el diario La Vanguardia.
El calendario previsto marca el fin de la vida útil de Ascó I en 2030, el de Ascó II en 2032 y el de Vandellós en 2035. De aquí a entonces, es "imposible" reforzar la red para sustituir esa energía, ha afirmado el consejero delegado de Endesa.
En el futuro, los avances tecnológicos pueden permitir que la eólica y la solar suplan el cierre de las plantas, pero a corto plazo su cierre es, en su opinión, un "salto en el vacío".
Para desplegar renovables, además, Cataluña tiene el "problema" de una alta densidad de población y una gran extensión de parques naturales protegidos, lo que "hace realmente difícil encontrar emplazamientos" para plantas eólicas o solares.
Endesa es propietaria de un 72% de Vandellós, un 100% de Ascó y un 85% de Ascó II.
Almaraz otorga estabilidad al sistema
Bogas ha argumentado que tras el "gran apagón" del pasado abril, Almaraz aporta "estabilidad al sistema en la zona sur y en la zona oeste" de la red española.
El calendario de cierres nucleares se estableció en 2019 pero, desde entonces, "han ocurrido muchas cosas", ha argumentado.








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