El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha reconocido este miércoles que "no es una buena noticia" que Rusia esté ingresando más dinero por el incremento del precio del gas, pero señaló que "las divisas que saca" por la venta de este combustible "le sirven de poco".
"Toda la tecnología que necesita para reponer sus pérdidas materiales, para hacer volar sus aviones, por mucho dinero que tenga, no la puede comprar porque no la queremos vender", ha dicho el jefe de la diplomacia europea en una entrevista con Efe en Santander, donde está toda la semana con motivo del curso "Quo vadis Europa", que dirige y este año cumple su décimo aniversario dentro de la programación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Los ingresos de Rusia por el gas
Desde que comenzó la guerra, la UE ha pagado a Moscú unos 14.000 millones de euros al mes por su carbón, gas y petróleo, frente a los 7.300 millones que pagaba hace un año, es decir, casi un 90 % más, aunque compra un 15 % menos, según los datos de Eurostat.
"Ciertamente Rusia vende menos, pero ingresa más porque los precios han subido", ha señalado Borrell en la entrevista, quien ha recordado que "el precio del gas se ha multiplicado por diez desde que empezó la guerra" rusa en Ucrania.
Esto "no es una buena noticia", pero a continuación ha subrayado que, aunque el rublo se ha revalorizado, ahora "no es una moneda convertible". A esto se suman las sanciones, que impiden la exportación de mucha tecnología que Rusia compra al resto del mundo.
"La tecnología que necesita podría pagarla porque tiene dinero. Pero si no se la queremos vender, tener dinero para pagar no le sirve de mucho", ha reiterado.
En todo caso, Borrell ha instado a olvidar la situación anterior en la que el gas "era abundante y barato" y a "adaptarse" a una "distinta" en la que este hidrocarburo es utilizado por el Kremlin como un "arma de guerra".
"Preparados para lo peor"
"Como es lógico, (Rusia) utiliza lo que tiene para hacernos presión y también para hacer presión sobre el resto del mundo", para después añadir que el hecho de que Moscú corte el suministro a Europa "tiene una lógica de beligerancia", pero no que detenga el suministro de alimentos "a países que no tienen nada que ver con la guerra".
"Eso no tiene ninguna justificación. Y eso es lo que está pasando, porque (Vladimir) Putin sabe también que si crea problemas en los países africanos va a provocar problemas indirectamente sobre nosotros", ha remarcado.
El alto representante de Política Exterior de la UE ha reiteradola necesidad de "estar preparados para lo peor", es decir, para un escenario en el que Putin decida cortar todo el suministro de gas a Europa.
"Y eso quiere decir ahorrar. Ahorrar, reducir el consumo todo lo que se pueda y almacenar. Cuando uno tiene la amenaza de una falta de algo, ¿qué hace? Ahorra y almacena para prepararse para, si eso pasa, tener la despensa llena", ha espetado.
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