El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha abogado por abordar el proceso de transformación que implica la descarbonización manteniendo la competitividad de las empresas y de la economía española y preservando el empleo.
"Todos estamos de acuerdo con las metas de descarbonización a 2050, pero lo más importante es tener clara la hoja de ruta cumpliendo objetivos y metas intermedias compatibles con el estado de la tecnología, con su competitividad y capacidad de escalar y con las posibilidades reales de que los ciudadanos lo puedan pagar", ha afirmado Brufau durante su intervención en la jornada organizada conjuntamente por la Fundación Repsol y la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje).
"En estos momentos, o tenemos en cuenta todas las tecnologías modernas y competitivas para realizar esa transformación o no se alcanzarán los objetivos. Además, es preocupante que se tomen políticas que no tengan en cuenta la fuga o el traslado de la industria de Europa y los empleos a otras regiones del globo mucho menos restrictivas", ha agregado.
La descarbonización de Repsol
En su intervención, Antonio Brufau ha afirmado que "todos, no solo las grandes empresas como Repsol, tenemos que abordar este proceso de transformación, y tenemos que hacerlo manteniendo la competitividad para seguir funcionando y mantener así el empleo de miles de familias".
De su lado, Antonio Garamendi, que ha intervenido en la jornada, ha señalado que "la transición energética tiene que ser justa y neutral" y ha añadido además que, "si bien las empresas tienen que cumplir los objetivos de 2030, también que obtener beneficios" para sostener su actividad y el empleo.
Por su parte, Fermín Albaladejo, presidente de Ceaje, se ha mostrado convencido de que los jóvenes son los líderes que España necesita y los impulsores de esta transición energética.
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