Política energética  ·  Eléctricas

Bruselas abre una consulta pública para una mayor inversión en redes eléctricas tras el apagón ibérico

Se necesita invertir entre 500.000 y 600.000 millones de euros para el período 2020-2030, concentrada principalmente en las redes de distribución

Ningún comentario

La Comisión Europea ha abierto una consulta pública como parte del lanzamiento del esperado “Paquete de Redes Europeas” (European Electricity Network Package), una iniciativa que busca movilizar inversiones y reformas para modernizar las infraestructuras eléctricas del continente. Este esfuerzo responde, entre otras razones, a los recientes incidentes de seguridad energética, como el apagón que afectó a España y Portugal, que han puesto en evidencia las limitaciones estructurales de las redes actuales.

Las redes eléctricas europeas —tanto las de transmisión como las de distribución— se enfrentan a desafíos sin precedentes. A medida que el continente acelera su transición hacia una economía descarbonizada, electrificada y más digital, las redes existentes muestran claros signos de saturación y envejecimiento. De hecho, según datos de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), casi la mitad de las necesidades de desarrollo de redes para alcanzar los objetivos de 2030 aún no cuentan con proyectos concretos.

Los retrasos en los tiempos de ejecución son uno de los problemas más acuciantes: algunos proyectos de transmisión pueden tardar entre 8 y 14 años en completarse. En las redes de distribución, los cuellos de botella son cada vez más frecuentes, especialmente debido al crecimiento exponencial de la demanda eléctrica, la conexión de fuentes renovables descentralizadas, la electrificación del transporte y la proliferación del almacenamiento energético.

Como consecuencia, los costes por congestión y redistribución de la energía están aumentando de manera significativa. Además, la falta de seguridad en las infraestructuras críticas, sobre todo aquellas que cruzan fronteras, ha sido subrayada como una amenaza creciente, especialmente a raíz de incidentes como el apagón ibérico que dejó sin suministro a millones de usuarios durante horas.

Cerrar la brecha

El Paquete de Redes Europeas se enmarca dentro de la “Brújula de Competitividad” de la Unión Europea y del llamado “Acuerdo Industrial Limpio” (Clean Industrial Deal), ambos elementos clave para asegurar que Europa mantenga su liderazgo tecnológico e industrial en el proceso de descarbonización global.

Con este paquete, la Comisión Europea pretende cerrar la brecha entre las necesidades energéticas previstas y los proyectos en curso. El paquete contempla no solo nuevas inversiones, sino también reformas en la planificación, regulación y gobernanza del sistema eléctrico. Su alcance incluye tanto redes de transmisión a gran escala como redes de distribución a nivel local y regional.

Con la consulta pública abierta hasta agosto de 2025 a través de su plataforma digital "Have Your Say", se invita a participar a un amplio espectro de actores: ciudadanos, empresas, operadores de sistemas eléctricos, gestores de redes, promotores de proyectos, autoridades nacionales, instituciones financieras, ONG y expertos académicos.

Ribera pide invertir más en redes energéticas tras el apagón en España y Portugal
“Necesitamos desplegar redes digitales y eficientes, una gestión del sistema mucho mejor preparada, así como capacidad de almacenamiento”, ha afirmado la mandataria.

Esta tiene como objetivo recabar opiniones y sugerencias sobre cómo mejorar la planificación de las redes eléctricas, acelerar los procesos de concesión de permisos, optimizar los mecanismos de financiación, fomentar el uso eficiente de las infraestructuras existentes y garantizar una distribución equitativa de los costes entre los Estados miembros.

Además, la Comisión está llevando a cabo una serie de estudios externos y evaluaciones de impacto para respaldar sus decisiones legislativas. Se prevé que la propuesta formal del paquete se presente hacia finales de 2025.

Prioridades

Entre los principales elementos que se están considerando en el diseño del paquete se encuentran:

  • Planificación estratégica mejorada: adaptar la planificación de redes al nuevo contexto energético, integrando el crecimiento de las energías renovables, el almacenamiento, el hidrógeno renovable y las necesidades de descarbonización industrial.

  • Aceleración de permisos: establecer procedimientos más ágiles y eficientes para aprobar proyectos de redes eléctricas, especialmente aquellos considerados de interés común europeo.

  • Financiación y recuperación de costes: revisar y optimizar los mecanismos de recuperación de costes de los operadores de redes, garantizar que las inversiones no queden bloqueadas por decisiones regulatorias y fomentar la coordinación financiera entre países.

  • Modernización tecnológica: promover el despliegue de tecnologías digitales e inteligentes que permitan una gestión más eficiente de las redes y una mayor flexibilidad del sistema.

  • Infraestructura resiliente y segura: fortalecer la seguridad física y cibernética de las redes, incluyendo infraestructuras transfronterizas vitales para el funcionamiento del mercado interior de la energía.

  • Participación de los consumidores y actores locales: fomentar la implicación de los consumidores, las comunidades energéticas y las autoridades locales en la gestión activa de la demanda y en el desarrollo de infraestructuras energéticas.

Hacia una red del futuro

La Comisión destaca que una red eléctrica moderna, eficiente y bien conectada es el pilar fundamental de una Europa climáticamente neutra, segura y competitiva. La electrificación del transporte, la calefacción, la industria y la producción de hidrógeno requiere una red capaz de absorber grandes cantidades de energías renovables intermitentes, a la vez que ofrece estabilidad y seguridad de suministro.

Actualmente, el 40% de las redes de distribución europeas tienen más de 40 años. A esto se suma una necesidad estimada de inversión de entre 500.000 y 600.000 millones de euros para el período 2020-2030, concentrada principalmente en las redes de distribución. No actuar con rapidez comprometería tanto la transición energética como la competitividad industrial de la UE frente a potencias como Estados Unidos y China.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.