La Comisión Europea (CE) autorizó este martes la compensación concedida por Francia a la empresa eléctrica EDF debido al cierre anticipado de la central nuclear de Fessenheim, la más antigua del país, después de 43 años de funcionamiento.
Según indicó en una nota de prensa, el Ejecutivo comunitario aceptó la indemnización con arreglo a las normas sobre ayudas estatales de la UE tras analizar el protocolo de compensación presentado por Francia y confirmó la proporcionalidad de la medida, siempre que estuviera destinada a “cubrir la anticipación de los costes debidamente establecidos y justificados”.
El cierre de la central nuclear de Fessenheim se enmarca en las medidas impulsadas por Francia en 2015 para limitar la capacidad de generación de energía nuclear y diversificar sus fuentes de energía.
Por ello, el Estado y el operador llegaron a un acuerdo de compensación con una parte fija, que asciende a 370,2 millones de euros y se pagó el pasado diciembre, y otra variable, determinada por los parámetros establecidos en el protocolo y que se pagará más adelante.
La Comisión consideró tras analizar el protocolo que no podía excluirse que dé una ventaja selectiva en favor de EDF, pero concluyó que "los efectos positivos de la medida superan las posibles distorsiones de la competencia", por lo que dio su visto bueno.
En este sentido, el Ejecutivo comunitario destacó que la medida permite diversificar la producción de energía a partir de fuentes distintas de la nuclear y optimizar el desmantelamiento de la central de Fessenheim.
“Es necesaria y adecuada, ya que permite a Francia aplicar una política de diversificación de las fuentes de producción de electricidad, de acuerdo con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea”, concluyó el organismo comunitario.
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