España contará con un importante respaldo económico de la Unión Europea para mejorar sus conexiones eléctricas con Francia y Portugal. La Comisión Europea ha propuesto destinar parte de los más de 81.000 millones de euros del nuevo Mecanismo Conectar Europa (CEF) al impulso de proyectos estratégicos de interconexión energética, entre ellos varios que afectan directamente al sistema eléctrico español.
El plan forma parte de la propuesta legislativa COM(2025)547 de la Comisión Europea, que tiene como objetivo consolidar una Europa más interconectada, resiliente y competitiva, apoyando la transición energética y la seguridad del suministro energético en los Estados miembros.
España se encuentra entre los países incluidos en la lista de proyectos transfronterizos que podrán optar a financiación europea en el nuevo marco del Mecanismo Conectar Europa. En el anexo del reglamento, se recogen de forma explícita varias interconexiones clave, como la del corredor atlántico (Bordeaux-Burgos, Madrid-Lisboa y Porto-Vigo-A Coruña) o el corredor mediterráneo (Lyon-Turín, Montpellier-Perpignan-Barcelona, Niza-Génova, Trieste-Divača/ Ljubljana, Nyiregyhaza - Chop), todas ellas consideradas proyectos de interés común con dimensión transfronteriza.
Costes y modernización
Según el documento, los proyectos seleccionados recibirán una financiación sustancial por parte de la Unión Europea, que podría cubrir una parte significativa de los costes de construcción y modernización, particularmente en aquellos casos donde exista un claro valor añadido europeo y beneficios compartidos entre varios países. La Comisión podrá incluso aportar ayudas no reembolsables a aquellos proyectos que, debido a su complejidad técnica o escasa rentabilidad inmediata, no resulten atractivos para la inversión privada.
Se calcula que, solo en electricidad, Europa necesita añadir al menos 66 GW de capacidad transfronteriza para 2030. España, por su situación periférica y su potencial renovable —especialmente solar y eólico—, es clave para la seguridad energética del continente y la exportación de energía limpia.
La Comisión ha optado por mantener la gestión directa de estos fondos desde Bruselas, lo que permite una coordinación centralizada y evita la fragmentación de los esfuerzos nacionales. Asimismo, se espera que el programa actúe como catalizador de inversiones privadas y nacionales, gracias al efecto de apalancamiento que genera el respaldo financiero europeo.
Refuerzo nacional
De forma paralela al apoyo comunitario, el Gobierno español ha aprobado recientemente un nuevo paso estratégico para reforzar su red eléctrica de cara a las futuras interconexiones: la instalación de compensadores sincrónicos en subestaciones clave del sistema eléctrico nacional. Este tipo de tecnología, esencial para garantizar la estabilidad y el control del flujo eléctrico en redes altamente renovables, permitirá incrementar la seguridad del suministro, especialmente en las regiones más próximas a las interconexiones con Francia.
Los primeros dispositivos se instalarán en localidades como Caparacena (Granada), Carmona (Sevilla) y Espluga de Francolí (Tarragona), y forman parte de un proyecto de Red Eléctrica de España (REE) cofinanciado parcialmente con fondos europeos. Esta medida técnica facilitará la entrada de más energía renovable y contribuirá a aumentar la capacidad de intercambio eléctrico entre España y el resto de Europa.
En especial, estos refuerzos permitirán acompañar la próxima puesta en marcha del nuevo enlace submarino con Francia a través del Golfo de Vizcaya, una interconexión estratégica que duplicará la capacidad de intercambio eléctrico con el país vecino. El avance de estas infraestructuras es imprescindible para que España supere su histórica condición de “isla energética” y se integre plenamente en el mercado energético europeo.
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