El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, defendió hoy la importancia del embargo al petróleo ruso por parte de la Unión Europea (UE), ya que golpearía el "corazón de la maquinaria del Kremlin para financiar la guerra".
En declaraciones a los periodistas tras mantener en Marrakech una reunión con la presidenta del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), Odile Basso-Renau, Dombrovskis recordó que el petróleo, gas y carbón suponía el 62 % del intercambio comercial entre Rusia y la UE antes de la guerra en Ucrania.
"Ya hemos prohibido el carbón, pero poniendo sanciones en los hidrocarburos estamos llegando realmente al corazón de la maquinaria del Kremlin para financiar la guerra", opinó.
El embargo europeo al petróleo ruso
Preguntado por las reticencias de algunos países a acordar el embargo al petróleo ruso, el vicepresidente recordó que en las discusiones entre los países de la UE para adoptar los anteriores paquetes de medidas económicas contra Rusia "no todas las decisiones se tomaron inmediatamente y había diferencias entre los estados miembros".
"Pero al final del día todos fueron capaces de ponerse de acuerdo y esperemos que es lo que pase ahora", dijo, para añadir que es muy importante que la UE y la comunidad internacional "respondan a esta invasión brutal rusa y pongan la máxima presión en Rusia para que pare la guerra".
La alta dependencia del crudo ruso de países como Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y República Checa impide por ahora un acuerdo en el seno de la UE sobre ese embargo, ya que esos países piden plazos específicos más largos para adecuar su estructura energética.
La propuesta de la Comisión Europea, presentada la semana pasada, aspira a prohibir las importaciones de petróleo ruso en la UE seis meses después de la entrada en vigor de las sanciones, mientras que en el caso del petróleo refinado, el plazo se amplía a ocho meses.
La resiliencia de Europa
Las declaraciones del vicepresidente tuvieron lugar en el marco de la Asamblea General del BERD que se celebra desde este miércoles en la ciudad marroquí de Marrakech.
La institución financiera presentó hoy su nuevo informe de crecimiento en sus países de influencia. Prevé una caída del 30 % del producto interior bruto (PIB) de Ucrania en 2022 y del 10 % en el caso de Rusia, unas perspectivas que se basan en el escenario de que la guerra acabe este año y en 2023 empiece la reconstrucción.
El BERD anunció un "paquete de resiliencia" inicial de 2.000 millones de euros para ayudar a los ciudadanos, empresas y países afectados por la guerra en Ucrania, de los cuales, avanzó su presidenta, 1.000 millones se dispondrán este año.
La Asamblea General cuenta con la asistencia, de manera física o virtual, de autoridades de diferentes países europeos y norteafricanos. Acoge sesiones sobre la guerra en Ucrania, la industria agroalimentaria, el sector privado en África o las energías renovables.
El BERD fue fundado en 1990, con la caída del muro de Berlín, para ayudar a la transición hacia una economía de mercado a los países de Europa Central.
Desde entonces ha expandido su ámbito de influencia a 40 países, donde persigue promocionar la iniciativa emprendedora privada y pública. Sus accionistas son 71 países de cinco continentes más la Unión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
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