La Comisión Europea está a la espera de recibir la notificación formal por parte de los Gobiernos de España y Portugal sobre el mecanismo con el que quieren limitar el precio del gas para la generación eléctrica para poder tomar una decisión definitiva sobre el plan, cuyos detalles han negociado ya con Bruselas tras lograr que el resto de socios reconocieran la excepcionalidad ibérica como isla energética dentro de la UE.
"Debemos esperar la notificación formal de las autoridades de España y Portugal para tomar después una decisión formal sobre este asunto, así que estamos a la espera", ha indicado en una rueda de prensa la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podesta, en una rueda de prensa en Bruselas.
Los expertos del Ejecutivo comunitario han estado en constante contacto con Madrid y Lisboa durante la "concepción" de la medida, ha indicado la portavoz. El mecanismo ya cuenta con una evaluación favorable preliminar de Bruselas.
La aprobación del tope del gas
El Consejo de Ministros español ha aprobado este mismo viernes el mecanismo con el que se limitará durante doce meses el precio del gas a una media en ese periodo de 48,8 euros, frente al actual precio de referencia en el mercado de más de 100 euros/MWh.
El plan prevé un precio inicial de 40 euros/MWh durante seis meses y el Gobierno estima que supondrá una mejora inmediata para un 37% de los consumidores domésticos y para el 70% para los industriales.
En la configuración actual del mercado eléctrico, el gas determina el precio global de la electricidad cuando se utiliza, ya que todos los productores reciben el mismo precio por el mismo producto, la electricidad, cuando entra en la red.
En una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha explicado que la medida entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), previsiblemente el sábado, y que está a expensas de que el Ejecutivo comunitario dé su visto bueno formal a la norma, lo que podría retrasarse "unas dos semanas".
Según las reglas de la Unión Europea sobre ayudas de Estado, el Estado miembro tiene la capacidad de adoptar un plan que implique ayudas públicas sin esperar al veredicto definitivo de Bruselas, pero en todo caso no puede ponerlo en macha hasta contar con esa luz verde definitiva.
Con todo, si el Estado miembro en cuestión decide seguir adelante con la puesta en macha de la medida sin esperar para su aplicación a la adopción formal comunitaria, Bruselas puede no tomar medidas si tras su evaluación constata que lo aprobado se ajusta al mecanismo acordado.
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