Hace unos días, la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC) tomó la decisión de cerrar la última planta de energía nuclear del estado, Diablo Canyon. La medida representa la culminación de más de un año de esfuerzos iniciados por Pacific Gas & Electric (PG & E) en 2016. Cuando la compañía presentó la solicitud por primera vez a la comisión, pidió el cierre porque la planta había dejado de ser rentable en una red eléctrica cambiante que depende más de recursos energéticos distribuidos y flexibles como el eólico y el solar.
Con su reciente decisión, la CPUC acordó con PG & E declarar la inviabilidad económica de Diablo Canyon para operar más allá de 2025.
¿Qué implica la decisión? Específicamente, la decisión incluye las siguientes concesiones y restricciones como parte del proceso de cierre:
Mantenimiento y recolocación de empleados. La decisión dota con 172 millones el mantenimiento y el readiestramiento de empleados para garantizar que la planta tenga una cantidad adecuada de empleados hasta el final de su licencia. Además, les da a los empleados que deseen permanecer en PG & E la formación necesaria para su recolocación.
PG & E recibe un pago por los trabajos de renovación. PG & E puede recuperar casi 20 millones de dólares por el trabajo que realizaron hasta abril de 2011 para renovar la licencia de la central.
A los residentes no se les paga por los impactos en el impuesto a la propiedad. La comisión niega fondos para el Programa de Mitigación de Impactos Comunitarios, diseñado en parte para compensar a los residentes del área del Condado de San Luis Obispo por la pérdida de impuestos a la propiedad resultante del cierre de Diablo Canyon.
Los reguladores decidirán la sustitución en otro procedimiento. La comisión considerará y decidirá qué recursos energéticos sustituirán a la central mediante el procedimiento del Plan Integrado de Recursos (IRP). Este proceso ya está en marcha, y PG & E, junto con otras compañías eléctricas, presentarán sus planes este junio.
En el Environmental Defense Fund (EDF), reconocen que la energía nuclear puede proporcionar electricidad libre de gases de efecto invernadero. Sin embargo, también consideran que, bajo estas circunstancias, continuar operando una fuente cada vez más antigua y cada vez más innecesaria de energía de carga básica -o energía que no puede subir y bajar rápidamente- no tiene sentido. Además, PG & E y la comisión deben sustituir la planta cuidadosamente para garantizar que el cierre de Diablo Canyon no tenga la consecuencia involuntaria de aumentar las emisiones dañinas de carbono de los combustibles fósiles.
Con ese fin, EDF continuará presionando a PG & E y a la comisión para un plan exacto y claro sobre cómo tienen la intención de llenar el vacío dejado por Diablo Canyon con diversos recursos de energía limpia. El plan original de PG & E de utilizar solo la eficiencia energética y los recursos renovables a gran escala para reemplazar la energía nuclear no es lo suficientemente contundente por sí solo para lograr los objetivos de energía limpia y clima de California de manera fiable.
Además, el estado necesita soluciones de gestión de la energía como la respuesta a la demanda, el almacenamiento de energía y las tarifas de electricidad por tiempo de uso para integrar mejor las energías renovables y adaptarse a la combinación energética en evolución del estado. Según ha demostrado el estudio sobre el potencial de respuesta a a la demanda del Lawrence Berkeley National Lab, estas soluciones pueden cambiar la demanda de energía cuando los recursos baratos y limpios, como la solar, son abundantes a través de señales de precios que lo hacen más o menos atractivo para que los negocios y residentes de California usen electricidad en ciertos momentos del día.
También ofrecen una solución crítica para los fuertes aumentos en la demanda de energía. En lugar de recurrir a las plantas contaminantes de gas natural para atender los períodos de alta demanda, cumplir con estas soluciones de energía limpia ayuda a California a utilizar más fuentes de energía renovables y depender menos de los combustibles fósiles.
En el caso del almacenamiento de energía, las baterías de vehículos eléctricos, por ejemplo, pueden cargarse cuando la eólica y la energía solar están disponibles y aprovechar esa electricidad en otros momentos en que de otra manera sería alimentada con gas natural. Cambiar la forma en que las personas usan la electricidad con estas herramientas reduce el costo de todo el sistema, en parte porque ayudan al estado a utilizar los recursos existentes y más baratos de manera más eficiente.
Con una planificación cuidadosa, el cierre de Diablo Canyon no impedirá que California continúe en su camino como líder de energía limpia en EEUU. De hecho, la sustitución de esta planta nuclear obsoleta con recursos de energía limpia continuará acelerando la transición hacia un sistema eléctrico limpio, asequible y sostenible.
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