Se dice que las renovables tienen un efecto reductor sobre el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Así es, pero lo que paga finalmente el consumidor por esas renovables realmente es mucho más de lo que lo hacen otros sitios donde no hay tanta renovable.
El ejemplo más claro en Europa lo dan Dinamarca y Alemania, dos de los países con más renovables en su mix, pero cuyas tarifas de la luz para los consumidores domésticos e industriales son las más caras del Viejo Continente. Ahora, un nuevo análisis de Environmental Progress, del genuino Michael Shellenberger, asegura que los californianos pagan un 60% más en su tarifa eléctrica que la media del resto de norteamericanos, tanto en consumidores domésticos, comerciales e industriales.
Concretamente, Shellenberger señala que el precio de la electricidad en California ha alcanzado los 16,2 centavos de dólar kWh. Mientras que la media en el resto de EEUU es solo de 10,1 centavos de dólar kWh.
"Entre 2016 y 2017, los precios de la electricidad en California aumentaron tres veces más que en el resto de los Estados Unidos", afirma Shellenberger en Environmental Progress. Y eso que California vivió un espléndido año hidráulico, con la mayor producción de sus centrales de agua desde 2011.
Pero este problema no viene de ahora, sino que ya lleva varios años en el sistema eléctrico californiano. "Entre 2011 y 2017, los precios de la electricidad en California aumentaron cinco veces más rápido que lo hicieron a nivel nacional".
Shellenberger exhibe dos causas principales de este incremento de los precios en 2017. Por un lado, el incremento de las renovables (eólica y solar principalmente). "A medida que aumenta la capacidad eólica y solar, los rendimientos de la potencia utilizable disminuyen debido a la reducción creciente durante las sobretensiones que la red no puede absorber. Cada vez se necesita más y más capacidad intermitente en la red para obtener cada vez menos electricidad renovable. La dinámica del exceso de capacidad y la caída de los precios es el resultado inevitable de la incapacidad fundamental de los generadores eólicos y solares para unir de manera eficiente la oferta a la demanda", explica el consultor.
A ello hay que sumar las subvenciones que perciben las renovables y que hacen aumentar el precio final de la energía para los consumidores.
Además, otra razón de los altos precios de la electricidad en California es el cierre de la central nuclear San Onofre (SONGS). "En los doce meses posteriores al cierre, los costos de generación de gas natural aumentaron en 350 millones", señalaron un par de economistas de la Universidad de California-Berkeley. "El cierre también creó restricciones de transmisión vinculantes, causando ineficiencias de corto plazo y potencialmente haciéndolo más rentable para que ciertas plantas actúen de forma no competitiva", señala Shellenberger.
De esta manera, el paraíso de las renovables se ha convertido de largo en la factura eléctrica más cara de EEUU. Todo tiene un coste.
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