Carga rápida en España: ¿dónde resulta más barato cargar?

La infraestructura de carga en España ha crecido notablemente en 2025. Hasta agosto y según datos de AEDIVE se han registrado más de 48.000 puntos de carga pública para vehículos eléctricos, con un notable crecimiento en el segmento de cargadores rápidos y ultrarrápidos, que han aumentado más del 60%.

Un avance clave para facilitar desplazamientos largos y dar soporte a la creciente flota eléctrica en el país, aunque la activación de cerca de 10.000 puntos instalados, pero no operativos sigue siendo un desafío para ampliar la capacidad real de la red. La mayoría de los cargadores son de baja potencia, pero la proporción de cargadores rápidos (22-50 kW) y ultrarrápidos (>50 kW) está creciendo aceleradamente.

Precios por cada operador

Por eso aprovechando nuestra asistencia al reciente estreno del mayor hub de carga de toda España, así como a las nuevas tarifas de Electra, nos han hecho analizar cómo está el mercado de operadores en nuestro país, el cual te detallamos a continuación

Electra

Electra ofrece una tarifa fija muy competitiva de 0,29 €/kWh en su red ultrarápida, permitiendo cargar hasta 400 kW a un precio que supone ahorros considerables frente a otras opciones. Además, dispone de dos planes de suscripción mensual, uno básico por 4,99 € y otro avanzado por 19,99 €, que incluyen beneficios como reservas anticipadas y reconocimiento automático del vehículo para recargas más cómodas y rápidas.

Repsol

Sus tarifas se diversifican según potencia: 0,35 €/kWh en carga normal, 0,47 €/kWh en rápida y 0,54 €/kWh en ultrarrápida. Su ventaja reside en la integración con estaciones de servicio tradicionales facilitando la transición para usuarios mixtos.

Galp

Galp mantiene una tarifa media aproximada de 0,40 €/kWh en sus cargadores rápidos aunque en algunos llega a los 0,55 €, integrados en estaciones de servicio que ofrecen comodidad para usuarios que aún combinan combustibles fósiles con eléctrico.

Zunder

Zunder cobra 0,45 €/kWh en cargadores de hasta 50 kW y aumenta a 0,55 €/kWh en puntos ultrarrápidos de más de 50 kW. Su red crece con más de 700 estaciones, ideales para cargas interurbanas y uso frecuente.

IONITY

IONITY ofrece varias modalidades: sin suscripción, 0,66 €/kWh; con suscripción Power (11,99 €/mes), 0,37 €/kWh; con suscripción Movement (5,99 €/mes), 0,46 €/kWh. También dispone de IONITY GO sin suscripción app por 0,62 €/kWh. Opera principalmente en autopistas, destacando por sus cargadores ultrarrápidos.

Iberdrola

Tarifa en torno a 0,286 €/kWh con opción de planes con suscripción mensual (ej. Plan Aventurero por 14,95 € al mes con 40 kWh incluidos) que pueden reducir significativamente el coste de la recarga rápida. Iberdrola dispone de una red amplia con más de 11.000 puntos en España.

Endesa X Way: Tarifas variables por potencia y suscripción

Sus precios oscilan entre 0,35 €/kWh y 0,55 €/kWh dependiendo del punto y plan. La empresa cuenta con más de 600 cargadores ultrarrápidos y un total de 5.500 puntos distribuidos.

Tesla Supercharger: Exclusividad y eficiencia

Tarifas de 0,41 €/kWh en horas valle hasta 0,60 €/kWh en horas punta para usuarios Tesla, con precios más bajos para usuarios con suscripción. Exclusivo para vehículos Tesla, destaca por su rapidez y fiabilidad.

Comparativa frente a vehículos de combustión

Más allá de la comparativa de cada operador, la eterna cuestión llega a la hora de valorarlo frente a los modelos de combustión. Pues bien, con un consumo medio eléctrico de 17 kWh/100 km, y considerando la tarifa más alta media de carga pública (0,45 €/kWh), un coche eléctrico gastará aproximadamente 7,65 € por cada 100 km recorridos en carga pública. En carga doméstica, con tarifa nocturna, ese coste puede bajar hasta 1,53-2,55 € por 100 km.

En contraste, un vehículo diésel con consumo medio de 6 l/100 km y un precio medio del diésel en 2025 de 1,41 €/l, gasta unos 8,46 € cada 100 km. Un coche de gasolina, con un consumo medio de 7 l/100 km y precio medio de 1,58 €/l, supone un gasto aproximado de 10,43 € por 100 km. Esto significa que, aunque la recarga rápida tiene un coste superior al doméstico, un coche eléctrico sigue siendo alrededor de un 32% más económico que un modelo gasolina y un poco más barato que un diésel en recorrido similar.

En resumen, la mejora continua en la infraestructura de carga rápida y la irrupción de operadores con precios ultracompetitivos están potenciando aún más la viabilidad económica de la movilidad eléctrica en España, facilitando no solo el uso urbano sino también los desplazamientos en carretera de larga distancia.