La Junta de Castilla y León ha urgido hoy a Vestas a que garantice la venta de la planta de Villadangos del Páramo (León) a un posible inversor y a un precio razonable, y ha confiado en que no se reproduzca lo sucedido con la factoría de Lauki de Valladolid, que su propietaria no quiso vender.
Así lo ha trasladado la portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, quien ha sostenido que si ayer no se sumaron al marco general de actuación acordado por el Gobierno, la multinacional danesa Vestas y CCOO y UGT para paliar el cierre de Vestas es porque "no aporta nada" a la Comunidad.
Marcos ha valorado el "éxito", fruto del trabajo de todas las partes, del acuerdo social para recolar a los trabajadores, pero eso no impide que el trabajo en la zona "quede en el aire".
La portavoz de la Junta ha insistido en que si ayer no estuvieron en la firmar del acuerdo en Madrid se debe a que no aporta nada a la Comunidad, aunque comprende que el Gobierno tenga que apoyar a las empresas de otras autonomías, en referencia a las plantas de Vestas en Viveiro (Lugo) y Daimiel (Ciudad Real).
"La primera intención de Vestas era no vender a ningún competidor", ha recordado Marcos, quien ha insistido en que mantener la empresa de Villadangos "limpia y decente durante un año no aporta nada" si no va acompañado de una garantía de venta a un precio "razonable" a un posible inversor, para que de "un día para otro" se pueda utilizar.
El virtud del acuerdo de ayer, la multinacional danesa promoverá una oferta de empleo dentro del Grupo Vestas en España y fuera de España e informará a los empleados de León que tengan interés sobre las oportunidades de empleo y apoyará su reincorporación, según informó el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Por otro lado, facilitará la recolocación en empresas subcontratistas de Vestas o en otras empresas de León y también se contempla la disposición por parte de Vestas de un presupuesto máximo de 300.000 euros para planes de formación para el empleo.
Vestas se compromete a mantener el edificio en condiciones de operatividad hasta el 31 de diciembre de 2019 o hasta la transferencia del mismo a un inversor y a mantener la actividad en las fábricas de Viveiro (Lugo) y Daimiel (Ciudad Real) "conforme a las actuales condiciones de mercado".
Asimismo, se compromete a facilitar el proceso de venta de las instalaciones "en la medida y proporción a las garantías que ofrezca que el futuro inversor sobre la contratación de empleados de la bolsa de trabajo creada a tal efecto".
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