China anunció hoy la aprobación de una nueva normativa que autorizará a pequeñas refinerías a solicitar permiso para importar crudo para uso propio, con lo que espera reducir el peso de las grandes empresas estatales en el sector.
Esta regulación, publicada hoy en la página web de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal órgano de planificación económica de China, pretende diversificar y dinamizar un sector dominado por las grandes petroleras de titularidad estatal.
China, segundo mayor consumidor mundial de petróleo, permitirá a refinerías independientes que tengan al menos una capacidad para procesar dos millones de toneladas al año (unos 40.000 barriles diarios) pedir autorización al Ministerio de Comercio para importar, como máximo, el equivalente a su capacidad de refino.
El crudo importado podrá ser refinado y usado para fines propios, pero no vendido, de acuerdo con la nueva norma.
Las grandes petroleras estatales como PetroChina o Sinopec son responsables de la gran parte de las importaciones de crudo de China, mientras que el resto corresponde a empresas de menor tamaño que normalmente operan asociadas a ellas.
Esta regulación tiene también el objetivo de modernizar las técnicas empleadas en el sector, que en algunos casos son anticuadas y altamente contaminantes.
En este sentido, la normativa especifica que sólo recibirán el permiso aquellas firmas que cumplan con los estándares técnicos, de consumo de energía y protección medioambiental.
China importó 308 millones de toneladas de crudo en 2014, un 9,5 % interanual más que el año anterior.
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