La Universidad Nacional de Singapur (NUS) ha desarrollado un método industrialmente viable y económico para producir grafeno de alta calidad a gran escala, que abre el camino para la síntesis sostenible de este material. La investigación se realizó en colaboración con la Universidad de Fudan y fue publicada en un documento de acceso abierto en Nature Communications.
El grafeno es un nanomaterial bidimensional con unas propiedades únicas: tiene el espesor de un átomo, es termoconductor, más duro que el diamante, flexible como el caucho y transparente. Su empleo es potencialmente viable en una amplia gama de aplicaciones, como pantallas táctiles, tintas conductoras y baterías para vehículos eléctricos.
El problema es que no es un material que se encuentre de forma natural, sino que es necesario fabricarlo. La dificultad de producir grafeno de alta calidad de manera asequible a gran escala sigue siendo un obstáculo para su adopción generalizada por parte de las industrias.
En movilidad eléctrica su aplicación fundamental sería en las baterías. Su uso permitiría multiplicar por más de cinco su densidad energética (hasta 1.000 Wh/kg). En el mismo volumen de batería, se reduciría el peso en un 75%, manteniendo la durabilidad y aumentando la seguridad, puesto que su comportamiento térmico es muy estable. También permitiría mayores velocidades de carga.
Un equipo de investigación liderado por la Universidad Nacional de Singapur (NUS) ha desarrollado una técnica económica e industrialmente viable para obtener grafeno mediante un proceso eficiente que permite su producción y abre el camino para su síntesis sostenible a gran escala.
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