La reforma energética, iniciada en 2012, ha supuesto un fuerte retroceso en la actividad de la cogeneración en España; las cifras de impacto son muy significativas y sin parangón en los más de 25 años en que esta tecnología lleva prestado servicio al país, a sus industrias y sistemas energéticos.
La industria cogeneradora conoce muy bien su balance y precisamente por ello apuesta y reclama acciones que no comprometan más su futuro; acciones que pasan por que el Ejecutivo en funciones no empeore su actual estado y tome decisiones para guarecer al sector de las coyunturas que registran los mercados en la primera mitad de este año. Solo así, el próximo Gobierno podrá recuperar con carácter estructural la confianza perdida de una actividad esencial para la industria manufacturera, las exportaciones y el empleo.
El balance productivo 2012-2015, como consecuencia de la reforma eléctrica, muestra una reducción de un 15% en la electricidad cogenerada vertida a la red, con la parada del 25% de la potencia instalada –unos 1.500 MWe- y del 35% de las 1.066 instalaciones que no funcionaron el año pasado. En grandes cifras, lo perdido por la cogeneración equivale a haber dejado de producir anualmente un 2% de la electricidad nacional y a haber dejado de demandar un 5% del gas natural que se consume en España.
En lo económico, y comparando con 2012, la retribución a la cogeneración se ha reducido en más de 1.100 millones de euros anuales -820 M€ por menor retribución regulada y 300 por nuevos impuestos energéticos a la producción eléctrica, al gas y al CO2-. La reforma se ha llevado un tercio de la facturación eléctrica de la cogeneración.
Pese a todo esto, la cogeneración sigue siendo una pieza clave para el país, porque con cogeneración se sigue fabricando el 20% de nuestro PIB industrial en sectores como el alimentario, químico, papel, refino, cerámico, automóvil, textil… que mantienen más de 200.000 empleos industriales asociados. El 50% de los productos industriales fabricados con cogeneración se exportan. Y el año pasado la cogeneración produjo el 10% de la electricidad y utilizó el 25% de todo el gas natural consumido en nuestro país.
El primer cuatrimestre de este año 2016 está llevando al límite a los cogeneradores. Los niveles de precio del mercado eléctrico están del orden de 21€/MWh por debajo de las previsiones que realizó el propio Gobierno para calcular la retribución de los cogeneradores. Si no repunta el año, y sobre todo si no se toman medidas acertadas –y pronto-, para evitar nuevamente el funcionamiento en pérdidas, puede ser un desastre que provoque decisiones que se lleven por delante otro tercio del sector.
En este contexto, la cogeneración está solicitando apoyos y acciones a nuestras instituciones y al Ejecutivo en funciones. La ausencia de un Gobierno con el que poder retomar los asuntos pendientes para desarrollar los compromisos ya adquiridos y abordar las acuciantes necesidades del sector, está siendo especialmente perjudicial para los cogeneradores. Los desarrollos previstos en la Ley del sector eléctrico –Plan Renove- y en la Directiva de Eficiencia energética no pueden ser abordados hasta la investidura de un nuevo Gobierno.
Resulta representativo que el último día de sesiones de esta brevísima legislatura, el Congreso de los Diputados aprobara una Proposición No de Ley para impulsar la cogeneración en términos precisos. Esta PNL fue presentada por Democracia y Libertad, respaldada por el PSOE -que aportó una enmienda de adición-, con los votos favorables de Podemos y los de Ciudadanos, con la abstención del PP y de Foro Asturias y sin votos en contra. Todo un indicativo del consenso que la situación de la cogeneración ha suscitado en los partidos.
En la próxima legislatura nos jugamos mucho con la cogeneración. Es precios recobrar la confianza de la industria cogeneradora y recuperar su competitividad energética, ya que supone la condición previa para lograr los objetivos de reindustrialización, eficiencia y descarbonización del país. La cogeneración es la gran aliada en estos terrenos, que actúa como herramienta de competitividad para las industrias intensivas en consumo de energía térmica.
Nadie duda ya de que la base de nuestra economía nacional está formada por cientos de industrias manufactureras exportadoras, con las que España cuenta para que sigan exportando, manteniendo y generando empleo y creando riqueza.
Los cogeneradores confiamos en que el próximo Gobierno solucione la situación, alcance acuerdos sobre los conflictos judiciales que tenemos abiertos, evolucione el marco regulatorio para reconducir los problemas detectados. Y que, por supuesto, desarrolle el “Plan Renove” imprescindible para el futuro del sector y en consonancia con los objetivos de la Directiva de Eficiencia Energética; un Plan Renove que conlleva inversiones por más de 1.500 millones de euros en cuatro años, para renovar tecnológicamente el 50% del sector cogenerador e impulsar la competitividad de la cogeneración en los mercados energéticos.
Si el Plan Renove de la cogeneración se prioriza en la agenda del próximo Gobierno, se estará impulsando la competitividad y las exportaciones del 10% del PIB industrial del país. Es una baza para pasar de lo “épico” a reindustrializar con eficiencia.
Javier Rodríguez es director general de Acogen, Asociación Española de Cogeneración.
ingeniero en paro 35
04/06/2016