La última demostración es el RDL 17/2021. Tras un texto infumable en el que todo el sector energético se ha revolucionado y que ha puesto contra las cuerdas también a los consumidores industriales, ahora el Gobierno quiere rectificar. Una muestra más de que no se puede regular la energía a base de Reales Decretos Leyes a diestro y siniestro, con prisas y que lo único que consiguen es pan para hoy y hambre para mañana.
El recorte anunciado por el Gobierno a las eléctricas no sólo les afectaba a ellas. La letra pequeña del texto dejaba la puerta abierta a que el sector renovable también se vería afectado. Caos en el sector. Llamadas pidiendo explicaciones. ¿A qué viene esto ahora?, se preguntaban agentes del sector renovable español.
Tal fue la incertidumbre creada, que el propio Gobierno tuvo que enviar una carta a Red Eléctrica en la que explicaba qué contratos de PPAs renovables se verían afectados. Parte del sector dio por buena la explicación, pero para la gran mayoría eso habría que plasmarlo en un texto en el Boletín Oficial del Estado. De esto han pasado varias semanas y lo único que se sabe es que el Ministerio ha retirado la respuesta de su web. Es decir, validez jurídica nula. Por ello, sigue la preocupación en el sector.
Pero el Gobierno realmente no va a meter mano al RDL hasta ahora, un mes después de publicarlo. Y lo hará tras reunirse con las cinco grandes eléctricas y con la gran industria. La pregunta que hay que hacerse es la siguiente: ¿Por qué no se reunió antes con eléctricas y grandes consumidores? ¿Por qué creó tanta incertidumbre innecesaria en el sector?
Entiendo que la situación de altos precios se estaba yendo de las manos a Sánchez y Ribera. Realmente tienen poco margen y no son los culpables de ello. Pero el problema es que se han empeñado en conseguir un objetivo imposible y que el tiempo ha demostrado que no lo van a hacer. En una entrevista, Pedro Sánchez afirmó que los españoles iban a pagar la misma factura de la luz este año que la más cara de la historia hasta ahora, la de 2018. Sí, teniendo en cuenta la inflación.
Y Sánchez no se baja de esa burra. Cuando la realidad le demuestra con los precios de la electricidad en el mercado mayorista por encima de 200 y que irá a más en los próximos meses será imposible alcanzarlo. Más le hubiera valido al presidente del Gobierno haber rectificado ayer en la entrevista con Ferreras, que se lo pidió, pero no lo hizo. Sigue erre que erre.
Para poder llevarlo a cabo era necesario meter un hachazo a las eléctricas y renovables. Y primaba más el no pasar a la historia como el presidente con la factura más cara de la luz, que las consecuencias que podrían acarrear tales recortes.
No se midió bien, una vez más, y se tiró por la calle de en medio. Ahora toca rectificar porque las industrias están al borde del colapso. Algunas plantas ya están con cierres temporales de su producción, con lo que ello conlleva en materia de empleo. Las comercializadoras ahogadas hasta más no poder (no sé a qué esperan para ayudarlas de alguna manera), los consumidores de PVPC y de mercado libre viendo cómo las tarifas suben y se las cambian sus compañías por precios más altos.
Y claro, las eléctricas defendiéndose. ¿Qué esperaban? Con una regulación así, ¿creían que iban a seguir invirtiendo como hasta ahora? ¿Acaso los fondos de inversión iban a poner más dinero para venir a España?
La penosa regulación del RDL se les ha vuelto en contra al Gobierno. Ahora llegarán los cambios, veremos de qué manera, porque como dice Sánchez necesita que no se le suba demassiado la factura y se equipare a la de 2018. Y si el recorte es menor, tendrá que hacer algo en materia fiscal para los dos próximos meses. Pero ya les aviso yo que será demasiado tarde y no se cumplirá. Mientras tanto, el Gobierno deja su sello en el sector.
La confianza se ha roto, y volver a coserla será difícil y llevará tiempo. ¿Quién se va a fiar de un Gobierno que un día dice una cosa y al siguiente lo contrario? Así, con políticas de parche es imposible. Y una última cosa, Unidas Podemos y su presión al PSOE surtió efecto, pero ha durado bien poco. Habrá que ver cómo queda ahora la relación después de estar atacando a Ribera un día sí y otro también.
Por favor, no más RDL. Y más consenso con los agentes.
Ramón Roca es director de El Periódico de la Energía.
Virgilio
15/10/2021