La crisis energética de 2022 puso la seguridad del suministro en el punto de mira de las empresas de toda Europa. En España, la incertidumbre sigue siendo un problema clave, con la volatilidad de los precios impulsando un número récord de cambios de proveedor. Entre julio de 2023 y junio de 2024, casi 7 millones de consumidores de electricidad (23,2% del total) y 1,6 millones de consumidores de gas (19,9%) cambiaron de proveedor en busca de mejores condiciones. Solo en el segundo trimestre de 2024 se registró un pico histórico, con 1,98 millones de consumidores de electricidad (6,5%) cambiando de proveedor[1].
Considerar la energía únicamente como un importe en la cuenta de resultados pasa por alto su verdadero potencial: un activo estratégico que impulsa el crecimiento, la resiliencia y la ventaja competitiva.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas adoptar un enfoque más estratégico que les permita obtener más valor de sus acuerdos energéticos? La respuesta puede estar en una clásica teoría psicológica y en el concepto de ‘ascender de nivel’ para adaptarse a sus necesidades.
Paso uno: Construir sobre los elementos esenciales
La Pirámide de Necesidades de Maslow[2] es una teoría psicológica que explora las necesidades y motivaciones humanas a través de un modelo ascendente de cinco niveles, comenzando con los elementos esenciales para la supervivencia, como la alimentación y respiración.
El principio central es simple: los seres humanos necesitan satisfacer sus necesidades básicas antes de poder considerar necesidades de ‘crecimiento’. Lo mismo ocurre con las empresas: así como las personas requieren esos elementos esenciales, las organizaciones necesitan un suministro energético competitivo para poder operar y aumentar su eficiencia.
Cuando las empresas confían plenamente en la capacidad de su proveedor de energía, están más dispuestas y preparadas para invertir en su crecimiento a largo plazo. Esto exige un proveedor sólido, financieramente estable, con experiencia en mercados energéticos internacionales, capacidades avanzadas de trading, y una amplia red de socios que respalde todas las decisiones.
Paso dos: Diversificar el suministro equivale a seguridad
En el segundo nivel de la pirámide de Maslow encontramos la seguridad. En épocas de volatilidad, es esencial desarrollar una estrategia energética que garantice un suministro de energía predecible y adaptable a las condiciones cambiantes del mercado.
La crisis energética de 2022 evidenció cómo depender de una única fuente de suministro puede generar vulnerabilidad. Para fortalecer la seguridad energética a futuro y mitigar la volatilidad del mercado, es clave contar con proveedores con acceso a una cartera energética diversificada.
En este contexto, el gas natural juega un papel crucial. Como el combustible fósil con menor impacto ambiental, proporciona estabilidad y respalda un sistema en el que las energías renovables aún dependen de soluciones de almacenamiento. En 2024, la demanda de gas natural en España alcanzó los 311,7 TWh, subrayando su importancia en el mix energético[3]. Dentro de esta diversificación, el gas natural licuado (GNL) es clave, especialmente en el transporte marítimo, y donde Shell es el principal proveedor en España[4].
Como parte de nuestro compromiso de ayudar a los clientes a diversificar sus fuentes de energía y aumentar la seguridad energética, mientras aceleran su camino hacia la neutralidad de carbono, Shell cuenta con una amplia gama de fuentes de energía, renovable y convencional, en toda Europa y que van desde la energía solar a gran escala hasta proyectos integrados de energía eólica e hidrógeno.
Paso tres: Generar valor a largo plazo
El siguiente nivel de la pirámide de Maslow, “afiliación y necesidades sociales”, puede parecer poco relacionado con los acuerdos energéticos. Sin embargo, a medida que las empresas evolucionan, establecer una relación de confianza con su proveedor de energía es clave para generar valor.
Según Procurement Magazine[5]: “Si bien la reducción de costes sigue siendo un objetivo principal, el papel de las compras ha evolucionado para centrarse en la generación de valor a largo plazo, incluyendo sostenibilidad, innovación y asociaciones estratégicas.”
Tomemos como ejemplo la descarbonización. Asociarse con un proveedor que ofrezca estrategias de descarbonización personalizadas y escalables permite seguir avanzando en el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo sostenible sin comprometer las necesidades comerciales inmediatas.
Paso cuatro: Personalizar la estrategia energética
En el cuarto nivel de la pirámide de Maslow“confianza, logro e individualidad” identificamos cómo las asociaciones energéticas más efectivas evolucionan y se adaptan a las necesidades específicas de cada empresa.
Los contratos fijos a corto plazo pueden proporcionar estabilidad, pero también pueden limitar la flexibilidad y las alianzas necesarias para un crecimiento transformador. En cambio, un socio adecuado diseña soluciones alineadas con los objetivos operativos y estratégicos de cada empresa. Productos flexibles, acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPAs) y combinaciones de energía convencional y renovable, pueden ayudar a responder esas necesidades en constante evolución.
De esta forma, las alianzas a medida permiten a las empresas pasar de ser consumidores de energía pasivos a actores activos en el panorama energético. Los planes de adquisición flexibles brindan la confianza y el control para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y adoptar una estrategia energética más ágil y resiliente.
Paso cinco: Liberar el máximo potencial
En la cima de la pirámide de Maslow está la autorrealización y la posibilidad de alcanzar el verdadero potencial de una empresa. Esta alianza energética no solo debe proporcionar energía, sino también habilitar el crecimiento.
Este es el futuro del suministro energético: permitir que las empresas tomen el control. Tecnologías como la optimización de baterías, los sistemas de gestión energética y las plantas de energía virtual (VPPs) están transformando la manera en que las empresas gestionan su energía.
Más allá del almacenamiento de baterías, las empresas también están priorizando los sistemas de gestión de energía y la infraestructura de carga de vehículos eléctricos, lo que refleja un enfoque creciente en la eficiencia y la electrificación. Otras soluciones como la respuesta activa a la demanda y el autoconsumo están en constante crecimiento. Invertir en estas tecnologías puede mejorar la flexibilidad, aumentar la resiliencia y apoyar un futuro energético más sostenible.
Cómo la teoría psicológica impulsa nuevas posibilidades
Es momento de replantear el enfoque. La energía puede ser más que un coste: puede ser un catalizador del progreso. Al trabajar con socios de confianza, las empresas pueden pasar de tener un suministrador de energía al uso a conseguir alcanzar sus metas más ambiciosas.
[1] CNMC Data (2024)
[2] VeryWellMind: Maslow’s Hierachy of Needs (April 2024)
[3] Enagás data (January 2025)
[4] Supervisión Mercado Minorista de Gas Natural-CNMC
[5] Procurement Magazine: Top 10 procurement trends of 2024 (4 December 2024)
Emre Yildiz es Managing Director de Shell Energy España
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