Parece que, contra lo que se ha venido afirmando desde el Gobierno, el déficit de tarifa no ha pasado a mejor vida. Al menos, dos son los elementos que van a evitarlo: la imposibilidad de recuperar las primas entregadas a cuenta a las cogeneraciones que han cerrado y el canon por la utilización de aguas continentales para la producción de energía eléctrica, cuyo destino como curandero del déficit de tarifa es bastante dudoso.
En el primero de los dos casos, el de las instalaciones que han cerrado ante la “razonable” rentabilidad otorgada por el nuevo sistema retributivo de parámetros, el monto en primas desaparecido asciende a 120 millones de euros, según la prensa. Probablemente sea superior, porque al 25% de cogeneraciones normales y al 70% de plantas de purines que han dejado de operar, se sumarán otras pymes del antiguo régimen especial; muchas carecen del músculo financiero y de las garantías que les permitan superar el trance acudiendo a la banca.
El problema tiene una vertiente grave en el tratamiento de residuos municipales: ¿se atreverán los ayuntamientos a subir los impuestos de basuras o dejarán de tratarlos y valorizarlos? La experiencia, y el hecho de que el año que viene sea electoral, no llaman al optimismo. Ello, además, reducirá los ingresos que le llegan al sistema por la vía de los peajes.
jaac
16/10/2014