La compañía alemana de suministro energético y de redes E.ON redujo su beneficio neto un 72% en 2023 con respecto a 2022, hasta los 517 millones de euros, tras los extraordinarios del pasado ejercicio y la bajada de los ingresos por la caída de los precios mayoristas de la energía.
Según ha informado la compañía en un comunicado, su facturación bajó un 19% en 2023 si se compara con 2022, hasta los 93.686 millones de euros, al tiempo que su resultado bruto de explotación o ebitda aumentó un 16 % hasta los 9.370 millones.
Las cifras de E.ON
En el negocio de redes de distribución de energía, la recuperación del mercado energético en Alemania provocó que su resultado bruto de explotación en este ámbito creciera un 22% hasta los 6.640 millones de euros.
En este sentido, la compañía ha informado que trasladará este alivio temporal a los clientes de sus tarifas de red en los próximos años.
El ebitda de la división de suministro de energía a clientes aumentó un 68% hasta los 2.807 millones, gracias a la estabilización de los precios en el mercado mayorista en comparación con la situación del año anterior, cuando fueron elevados e impactaron negativamente en el resultado.
No obstante, la compañía se vio lastrada en este ámbito por la transmisión a los clientes de unos precios mayoristas más bajos.
Las inversiones
En 2023 el grupo invirtió 5.200 millones en la expansión, modernización y digitalización de su red, lo que supone un incremento de un 35% con respecto al año anterior, al tiempo que aumentó su gasto en la división de clientes un 35% hasta los 1.100 millones, de los cuales la mayor parte (700 millones) se destinaron a soluciones de infraestructura energética.
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