El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) ha ampliado las restricciones para la explotación de recursos naturales en 52.600 kilómetros cuadrados de tierras públicas del oeste de Alaska y señaló que estaba dispuesto a añadir en el futuro más áreas protegidas en el Ártico.
Las nuevas reglas limitarán la cesión de terrenos para perforaciones petroleras y de gas así como el desarrollo industrial en áreas reconocidos por ser el refugio de osos polares y grizzly, renos y centenares de miles de aves migratorias.
Los terrenos forman parte de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, la mayor zona inalterada de territorio de Estados Unidos en manos públicas.
El Ártico para EEUU
La decisión fue aplaudida por grupos ecologistas. Sierra Club, una de las principales organizaciones medioambientales de Estados Unidos, señaló que es "una tremenda victoria para el Ártico, las comunidades indígenas de Alaska" así como el clima.
El director ejecutivo de Sierra Club, Ben Jealous, afirmó en un comunicado que "la perforación en busca de petróleo y gas en el Ártico occidental no es compatible con la supervivencia a largo plazo de aquellos que dependen de estos territorios y es incompatible con los propios objetivos climáticos del presidente (Joe) Biden".
Pero el sector petrolífero consideró que la medida de la Administración Biden pone en riesgo la seguridad energética del país y va en dirección contraria a lo que es necesario.
El vicepresidente del American Petroleum Institute (API), la mayor asociación del sector, Dustin Meyer, calificó la decisión como "errónea" y dijo que "limita enormemente el futuro del desarrollo del petróleo y el gas en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska".
Meyer añadió que la reserva ha sido designada por el Congreso como una herramienta para reforzar la seguridad energética del país.
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